En el marco de la jornada Tratamiento Antiagregante en Enfermedad Coronaria, organizada por el Servicio de Cardiología y el Departamento de Docencia y Capacitación de Grupo Gamma, conversamos con el Dr. Alejandro Lakowsky, Médico del Sanatorio Mater Dei de Buenos Aires sobre la importancia de la prevención.
¿En qué consisten los procesos de prevención sobre la Enfermedad Coronaria?
En mi opinión como Cardiólogo, soy un gran defensor de la prevención cardiovascular. Mucho mejor que desarrollar nuevas herramientas o tratamientos, es lograr que la gente no llegue a infartarse. En eso se basa la prevención cardiovascular, hay tres etapas. Las dos clásicas, son la prevención primaria y la secundaria. Prevención secundaria, se refiere a todas las medidas hacemos para que un paciente que ha tenido un infarto, una angioplastia o un problema coronario, no lo vuelva a repetir.
Si una persona se ha infartado, a los 50 años, tenemos que asegurarle que tenga una calidad de vida adecuada. Y que mantenga una expectativa de vida lo más alta posible, porque le quedan 30 o 40 años por vivir. Los pacientes en etapa de prevención secundaria tienen muchos más riesgos de sufrir un evento coronario que aquel paciente que nunca ha tenido uno.
Para los pacientes que nunca tuvieron un problema vascular, las medidas de prevención están dirigidas a controlar los factores de riesgo. Para que nunca lleguen a desarrollar un ACV o un Infarto. Hay muchos factores de riesgos descriptos, los cuatro principales son: el colesterol elevado, el cigarrillo, la diabetes y la hipertensión arterial. Si se pueden controlar estos factores de riesgo, disminuye mucho la probabilidad de una persona sufra en el futuro un infarto. A eso se refiere la prevención primaria.
Actualmente, se ha descripto, un tercer tipo de prevención. A mi entender es muy interesante y muy significativo desde el punto de vista de la salud pública. Es la llamada prevención primordial. Está dirigida a personas jóvenes, que no tienen factores de riesgos. Es decir, no son hipertensos, obesos, no tienen di lipemia, no tienen tabaquismo. Sin embargo, tienen hábitos de vida poco saludables. Es muy común en adolescentes, comen mal, no hacen ejercicio físico, tienen un poco de sobrepeso, miran demasiada televisión. Eso genera, que con el correr de los años puedan desarrollar factores de riesgo.
La prevención primordial se refiere a corregir esos malos hábitos de vida. Y que los adolescentes y adultos jóvenes, en el futuro, no desarrollen factores de riesgo.
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