Con el paso del tiempo, la audición suele deteriorarse. La presbiacusia es un déficit auditivo a causa de la edad que suele manifestarse a partir de los 60 o 65 años. La Dra. Romina Serratto, Jefa del Servicio de Fonoaudiología de Grupo Gamma, y la Lic. Gabriela González, integrante del mismo Servicio, informan sobre los cuidados del oído necesarios en el adulto mayor.
Con el paso de los años, el cuerpo nos va dando señales de que llegó la hora de prestar atención a algunas funciones, como por ejemplo “nuestra audición”.
La presbiacusia es un déficit auditivo que se produce por un deterioro progresivo del oído interno a causa de la edad. Generalmente comienza a manifestarse a partir de los 60 o 65 años. Además, pueden sumarse otros factores desencadenantes como infecciones auditivas, hipertensión, diabetes, traumatismos, entre otras.
La presbiacusia es un déficit auditivo a causa de la edad. Generalmente se manifiesta a partir de los 60 o 65 años.
Hay muchas señales en una persona cuando va perdiendo la audición, como, por ejemplo: molestia frente a sonidos fuertes; mucha dificultad para entender conversaciones telefónicas y de persona a persona cuando están en un ambiente ruidoso como restaurantes, conferencias o reuniones familiares. Pueden aparecer zumbidos en los oídos, conocidos como acúfenos. Se observa también dificultad para entender palabras que contengan letras como la “T” o la “S”.
Este padecimiento auditivo hace que los adultos mayores experimenten cansancio físico, tensión muscular, estrés, problemas de alimentación, sueño etc. Esto es producto del agotamiento que sufren las personas al esfuerzo por entender y darse a entender a causa de la pérdida.
Este padecimiento auditivo hace que los adultos mayores experimenten cansancio físico, tensión muscular, estrés, problemas de alimentación, sueño etc.
Presbiacusia: Cuidados a tener en cuenta
Con los cuidados necesarios y una detección temprana, se pueden tratar las complicaciones que produce esta dificultad.
• Proteger el oído de sonidos fuertes y estridentes de tu entorno, como obras en la calle o altavoces en un concierto.
• Usar auriculares a un volumen adecuado y no abusar de esta práctica durante mucho tiempo porque no es recomendable para tus oídos.
• Bajar el volumen de la televisión, de la radio y de equipos de sonido o reproductores de música.
• Utilizar tapones o cascos con auriculares aislantes del sonido, si trabajás con ruidos fuertes. Estos elementos de protección auditiva ayudan a que nuestra audición no se vea dañada por sonidos demasiado intensos.
• Secar bien los oídos después de bañarte en casa o en la piscina. Es una práctica imprescindible para evitar la humedad en el conducto auditivo y de posibles infecciones.
• Evitar introducir objetos extraños en tu canal auditivo, también los hisopos ya que no son recomendables para la limpieza de nuestros oídos. Su uso puede causar daños irreversibles relacionados con la pérdida auditiva.
• Cuidar especialmente tus oídos en catarros, infecciones o alergias. Tu médico o especialista puede aconsejarte el tratamiento más adecuado a cada caso.
• No aplicar gotas o remedios caseros en tu oído sin la previa consulta a un especialista.
• Limitar el tiempo en ambientes y espacios ruidosos. Intenta alternar tus actividades más ruidosas con períodos de calma. Con este pequeño ejercicio, tu audición verá una mejoría.
Limitar el tiempo en ambientes y espacios ruidosos. Intenta alternar tus actividades más ruidosas con períodos de calma.
Para diagnosticar la presbiacusia y el estado de su avance, Grupo Gamma cuenta con el Servicio de Otorrinolaringología y el Servicio de Fonoaudiología. Profesionales destacados realizan la evaluación, diagnóstico y tratamiento de esta patología; contando con equipamiento específico para realizar todos los controles clínicos y estudios audiológicos que se requieren para arribar a un diagnóstico y tratamiento adecuado para cada paciente.
Temas
Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
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