Últimamente se está hablando mucho y sobre diagnosticando el Sobrecrecimiento Bacteriano de Intestino Delgado (SIBO). Pero, ¿Qué es el SIBO? ¿Toda distensión es SIBO? “Como algo y me distiendo”, ¿Es SIBO?
La Lic. Victoria Arango, coordinadora de la Unidad de Endometriosis y Dolor Pélvico Crónico, integrante de la Unidad de Enfermedad Intestinal Inflamatoria, Celíaca y Trastornos Asociados al Consumo de Gluten y Staff del Servicio de Nutrición de Grupo Gamma, responde estas y más dudas sobre dicha patología.
El SIBO es el crecimiento anormal de bacterias que usualmente se alojan en el colon o intestino, en equilibrio junto a otras cepas, generando síntomas digestivos como distensión e inflamación abdominal, gases, náuseas,
fatiga, diarrea, dolor abdominal.
¿Cómo se llega al diagnóstico?
El diagnóstico se lleva a cabo mediante un evaluación clínica, con ajustes en la alimentación durante el proceso donde se analiza la respuesta del paciente y la indicación de realizar el estudio: Test de Hidrógeno en Aire Espirado
Es muy importante realizar una consulta con un gastroenterólogo de confianza para llegar a un diagnóstico concreto, ya que es el profesional idóneo para llevar adelante este proceso y, no menos importante, porque no es la única entidad que puede generar estos síntomas, existen múltiples diagnósticos diferenciales.
¿Cómo es el tratamiento?
El tratamiento es interdisciplinario, consiste en un antibiótico específico junto con un Plan Hipofermentativo. Es muy importante comenzar las dos cosas juntas. Este plan consta de 3 etapas: restricción, reintroducción y
mantenimiento.
El objetivo principal es identificar aquellos alimentos que generan más síntomas digestivos o que los exacerban y los umbrales de tolerancia; ya que suele suceder que los pacientes toleran cantidades pequeñas, pero cuando aumentan la cantidad o combinan con otros alimentos los síntomas reaparecen.
El tratamiento también va acompañado de probióticos para colaborar a la diversidad de la Microbiota Intestinal, siempre adecuándonos a la sintomatología de la persona que acompañamos en el tratamiento.
Durante esta etapa se restringen alimentos que son ricos en carbohidratos que se fermentan rápido y también determinados alimentos ricos en fibra o almidón resistente. Estas medidas, se llevan adelante durante un período corto de tiempo porque se sabe que esta restricción altera la Microbiota Intestinal, lo cual puede ser muy perjudicial para la salud de la persona.
Conexión Cerebro – Intestino – Microbiota
La Lic. Arango hace referencia a una cuestión fundamental: ¨Recordemos que existe el Eje Cerebro – Intestino – Microbiota, el cual me gusta definirlo como una autopista de doble vía, en la que va y viene información,
conectando el Sistema Digestivo y el Sistema Nervioso¨.
Y agrega: ¨Esto implica que si el individuo está atravesando un momento estresante o angustiante, posiblemente su sistema digestivo dé alertas y viceversa, si mi intestino no funciona correctamente o está alterada su permeabilidad, se altera en consecuencia la absorción de nutrientes, muchos de los cuales están involucrados por ejemplo en el estado de ánimo.¨
Para concluir reafirma: “Como digo siempre, la salud comienza en el intestino”
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