El Dr. Luis Agustín Ramírez Stieben, Coordinador de la Unidad de Tiroides y Paratiroides de Grupo Gamma, nos acerca información sobre el vínculo entre la tiroides y la infección por COVID 19. “La función de la glándula tiroides puede alterarse por la infección por COVID-19, incluso tras la desaparición de los síntomas de COVID-19. Por lo tanto, es importante evaluar la función tiroidea en aquellas personas que han sufrido COVID-19, preferentemente, en caso de síntomas compatibles con enfermedades tiroideas. Aquellas personas con hipertiroidismo no controlado, constituyen el grupo más vulnerable a sufrir complicaciones asociadas a COVID-19″. 

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La enfermedad por coronavirus 2019 (COVID-19) es una enfermedad altamente contagiosa causada por el síndrome respiratorio agudo severo coronavirus 2 (SARS-CoV-2). La mayoría de las personas afectadas por COVID-19 son asintomáticas o presentan síntomas leves similares a los de la gripe, pero aproximadamente el 14% presenta síntomas graves y el 5% puede requerir ingreso a unidades de cuidados intensivos. La glándula tiroides puede ser vulnerable a la infección por COVID-19 y, asimismo, las hormonas tiroideas pueden influir en la respuesta inmune contra COVID-19. En esta breve reseña haremos una somera descripción de tres escenarios posibles entre COVID-19 y glándula tiroides: COVID-19 e hipotiroidismo, COVID-19 e hipertiroidismo, y COVID-19 y cáncer de tiroides.

La glándula tiroides puede ser vulnerable a la infección por COVID-19 y, asimismo, las hormonas tiroideas pueden influir en la respuesta inmune contra COVID-19.

COVID-19 e hipotiroidismo

Algunos estudios han demostrado que el hipotiroidismo podría aparecer durante o después de COVID-19. Asimismo, en investigaciones realizadas en pacientes internados en cuidados no intensivos, solo el 5% presentaba hipotiroidismo. Sin embargo, las personas con valores más elevados de TSH (un análisis que se utiliza para valorar la función de la glándula tiroides) presentaron una mayor probabilidad de presentar complicaciones por COVID-19.

COVID-19 e hipertiroidismo

Tal vez la relación más conflictiva entre COVID-19 y tiroides. Como bien sabemos, la enfermedad de Graves (una de las causas de hipertiroidismo) es una enfermedad tiroidea de tipo autoinmune; es decir, existen anticuerpos que, en lugar de defendernos, se unen a la glándula tiroides y, en este caso, generan que “trabaje de más”, dando lugar a hipertiroidismo. Como otras enfermedades autoinmunes, la enfermedad de Graves puede aparecer o reaparecer cuando existe una respuesta inmune, como durante la infección COVID-19. Asimismo, en personas que no se encuentran adecuadamente controladas de su hipertiroidismo, la infección grave por COVID-19 puede dar lugar a una temida complicación denominada tormenta o crisis tirotóxica, que es el estado más grave de hipertiroidismo. Esta situación aumenta el riesgo de muerte en pacientes con COVID-19.

Por su parte, aunque el tratamiento del hipertiroidismo con medicamentos (en nuestro medio, el metimazol) suele ser seguro, hay veces que este da lugar a un descenso en el número de glóbulos blancos. Si recordamos que los glóbulos blancos participan en la “defensa” contra las infecciones, podemos entender que esta situación de disminución de las defensas puede empeorar el pronóstico en caso de contraer COVID-19. Es así, que siempre explicamos a las personas que toman metimazol que, ante la presencia de fiebre o dolor de garganta, deben asistir inmediatamente a la consulta o, en su defecto, consultar en los servicios de guardia.

Finalmente, hay ciertos pacientes que padecen hipertiroidismo y tienen mayor predisposición a enfermedades graves por COVID-19. Podemos jerarquizar a aquellos que tienen oftalmopatía de Graves (una complicación ocular de la enfermedad de Graves) y reciben tratamiento con corticoides o medicación inmunosupresora.

COVID-19 y cáncer de tiroides

A pesar de que la pandemia actual tiene un claro impacto en la atención de pacientes con trastornos de la tiroides y, en particular, cáncer de tiroides, se sabe poco sobre el efecto de COVID-19 en el desarrollo o la progresión del cáncer de tiroides, o la susceptibilidad de las personas con cáncer de tiroides a presentar infecciones o complicaciones relacionadas con COVID-19. Sin embargo, es recomendable evaluar cuidadosamente a los pacientes con cáncer de tiroides, especialmente a aquellos que están recibiendo medicamentos antitumorales o radioterapia, tienen metástasis pulmonares, personas mayores o que tienen enfermedades coexistentes, por la mayor probabilidad de complicaciones graves de COVID-19.

Conclusiones

El conocimiento creciente de los mecanismos involucrados en los trastornos tiroideos causados por la infección COVID-19 nos permite, una vez más, demostrar la estrecha relación entre infecciones virales y enfermedades de la tiroides. La función de la tiroides puede alterarse tanto durante la fase activa de la infección como tras la resolución del COVID-19. La importancia de evaluar la función tiroidea puede estar relacionada, principalmente, con su reflejo de una enfermedad más grave y peor pronóstico de COVID-19. Aquellos con hipertiroidismo no controlado constituyen el grupo más vulnerable entre los que padecen enfermedades de la tiroides.