El 16 de noviembre es el Día Internacional de la Tolerancia. En ese marco, las psicólogas Daniela Moro y Romina Tion, del Servicio de Psiquiatría y Psicología de Grupo Gamma, nos explican qué es el bullying.
“El mejor medio de hacer buenos a los niños es hacerlos felices”. Oscar Wilde
Vínculos Violentos
El término “bullying” proviene del término “to bully” que significa “intimidar”, “acosar” y es utilizado para hacer referencia a un tipo específico de violencia que ocurre entre niños y/o adolescentes en el contexto de la institución escolar.
Este tipo de violencia es definida como una conducta de persecución y agresión física, psicológica o moral que realiza un alumno contra otro, al que escoge como víctima de repetidos ataques. Esta acción negativa es intencional, sistemática e implica un desequilibrio de fuerzas (relación asimétrica) que sitúa a la víctima en una posición de indefensión tal que difícilmente pueda escapar por sus propios medios.
Como también sucede en otras formas de maltrato, la prolongación de este tipo de vínculos en el tiempo genera efectos devastadores en sus víctimas: descenso de la autoestima, estados de ansiedad e incluso cuadros depresivos, que dificultan su integración en el medio escolar y el desarrollo normal de los aprendizajes. De este modo, se establece un círculo vicioso que es sostenido por un entorno que naturaliza o tolera dicho tipo de vínculos.
“Estas formas de “bullying” son poco valoradas y gozan de cierta permisividad, porque se tiende a asociar violencia con el maltrato físico (…)”
Habitualmente uno de los grandes inconvenientes es la poca atención que el adulto (docentes, padres) suele prestar a los diversos modos de maltrato verbal y a la exclusión social. Estas formas de “bullying” son poco valoradas y gozan de cierta permisividad, porque se tiende a asociar violencia con el maltrato físico. Siendo que estos modos, justamente por ser más sutiles, persisten en el tiempo y tienen peor pronóstico para quienes lo sufren que la agresión explícita.
Bullying: un fenómeno social
El acoso escolar o bullying se da siempre en un contexto grupal. Es decir, si bien los roles del agresor y de la víctima son los más representativos, no son los únicos. Interpretar este fenómeno como una relación de sometimiento de tipo dual y abordarlo focalmente es negar la esencia social del mismo, es desconocer su origen y fundamento.
En tanto fenómeno social, el denominado “círculo del bullying” (que va desde el agresor hasta el alumno víctima, pasando por el grupo de seguidores y los espectadores más o menos pasivos) materializa los modelos de interacción social internalizados: la asunción de roles y de posicionamientos, la utilización de la fuerza para la resolución de los conflictos y la carencia de otras estrategias no violentas, la existencia de creencias y modelos que justifican el maltrato, las fallas en el desarrollo de las habilidades sociales (falta de empatía, indiferencia) y de comunicación básica.
Temas
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