De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud la depresión y los diversos trastornos que la incluyen afectan a cerca de 121 millones de personas en todo el mundo.

La Dra. Maia Espalter, Staff del Servicio de Psiquiatría y Psicología de Grupo Gamma, nos comparte esta valiosa información, haciendo foco en la importancia del entorno en el acompañamiento al paciente.

---

Mucho más que un estado de tristeza

Cuando hablamos de depresión, tenemos que saber que se trata de una enfermedad que causa el mayor tiempo de discapacidad en la vida de un individuo.

Es “común” pero puede agravarse e interferir en la vida diaria de una persona.

Principalmente en la capacidad para trabajar, estudiar, dormir, comer, disfrutar de la vida, de las relaciones interpersonales y familiares.

Podemos deducir que la depresión es mucho más que un estado de ánimo bajo o tristeza, por lo que es importante estar atento al conjunto de síntomas y signos que pueda presentar una persona.

La familia y amigos juegan un rol fundamental en el diagnóstico, acompañamiento y tratamiento.

Por esto surge la pregunta:

¿Cómo puedo ayudar a un familiar o allegado que presente síntomas o diagnóstico de depresión?

Muchas veces puede resultar difícil ver que un ser querido está atravesando un problema de salud.

Y cuando este problema está relacionado a la salud mental suele ser más complejo aún de comprender, tal vez por desconocimiento, porque no sabemos cómo actuar o ayudar a nuestro familiar o porque nos sentimos desorientados o tristes ante la situación.

Sugerencias y recomendaciones 

Lo primero que podemos hacer es informarnos, aprender sobre depresión y conocer sobre los síntomas y tratamientos.

Esto muchas veces ayuda a nuestro familiar a reconocer que tiene un problema y puedas ayudarlo a consultar con un profesional para realizar el correcto diagnóstico y tratamiento.

Ese es un primer paso importante y de gran ayuda para nuestro ser querido que tal vez no pueda ver con claridad lo que le está sucediendo o no se atreva a dar el paso hacia la consulta profesional.

Aceptar a la depresión como una enfermedad y que quien la enfrenta desea mejorar. Lo que parece una falta de esfuerzo es un síntoma más de la propia depresión.

Esto hará que no tengamos reproches, frustraciones o peleas, intentando que realice actividades que no desea o no puede realizar.

Obligar a que esté más “activo” no es la solución.

Podemos ofrecernos para compartir actividades que esté dispuesto a hacer y así pasar tiempo juntos.

Es crucial ayudar a mantener los compromisos tomados respecto al tratamiento con los profesionales intervinientes, psiquiatra y psicólogo/a. Que pueda asistir a los turnos consignados.

Evitar críticas y reproches hacia el paciente, esto solo refuerza sus pensamientos negativos, sus sentimientos de culpa y tristeza.

Podemos en cambio marcar avances, elogiar alguna actitud o pensamiento que tenga.

Si consulta podemos ayudar con la resolución de algunos problemas que le preocupan y no puede resolver sin ayuda, si hay confianza es muy importante la escucha.

Cuidar la salud mental de quienes “cuidan”

Es fundamental para quien está conviviendo, al cuidado o acompañando a un ser querido que está transitando en este momento por un cuadro de depresión encontrar tiempo personal y de descanso.

Buscar ratos de esparcimiento, realizar actividad física, recreativa, no perder los momentos de disfrute y de estar con personas que también acompañen y escuchen.

Es importante no caer en el sentimiento de culpa.

Como familiar se puede acompañar, ayudar, orientar como así también transitar esta enfermedad, pero no olvidar que debemos cuidar también la salud mental de los que “cuidan”.

Puede ser necesario en algunos casos buscar ayuda profesional para familiares y amigos, no sólo para aprender y recibir orientación sobre cómo ayudar a su ser querido, sino para transitarlo de una mejor manera, sin afectar la propia psiquis .

La depresión es una enfermedad tratable, por eso es tan importante informarse, poder hablar de ella, sostiene la Dra. Espalter.

Muchas veces, es la familia quien nota los primeros indicios de que “algo pasa”, lo que facilita una consulta a tiempo.

Estar atentos a nuestro alrededor, puede ser de mucha ayuda para alguien cercano que no pueda en este momento ver que la está transitando.

Es muy necesario, no tener miedo ni vergüenza ya que es importante para encontrar una mejoría.