La alergia posee un componente genético importante, ya que el paciente frecuentemente tiene al menos un familiar directo con alguna enfermedad alérgica. Del mismo modo, el ambiente posee un papel fundamental: la exposición y posterior sensibilización a diversos alérgenos ponen en marcha una respuesta inmunológica compleja que desencadena diversas enfermedades alérgicas. La Dra. Patricia Garnero, integrante del Servicio de Alergia e Inmunología de Grupo Gamma, nos informa sobre el diagnóstico y el tratamiento de alergias estacionales.
En primavera se eleva la concentración de polen en el ambiente, dependiendo de las condiciones climáticas de la región. Así, las lluvias pueden limpiar la atmósfera de pólenes, pero también favorecen la floración. Contrariamente a lo que se puede pensar, se da con mayor frecuencia en ambientes urbanos más que en zonas rurales. Ello ocurre debido a que la contaminación atmosférica, el aumento de CO2, y otros gases del efecto invernadero favorecen su permanencia y la sensibilización alérgica. Estos pueden actuar como “disparadores” de síntomas respiratorios y oculares como la rinitis y / o rinoconjuntivitis estacionales.
Diagnostico y tratamiento
La alergia al polen, también conocida como Polinosis, debe ser debidamente diagnosticada y tratada por médicos especialistas.
El médico alergista llega al diagnóstico específico basándose en:
- El estudio de la presentación de los síntomas.
- La valoración de laboratorio.
- Pruebas cutáneas de alergia, llamada Prick Test. El Prick test es considerado la prueba diagnóstica por excelencia. Es el procedimiento más aceptado por ser menos molesto para el paciente: rápido, específico y fácil de realizar.
- En caso de síntomas oculares, solicitando la determinación de IgE específica en lágrimas.
Es importante consultar al médico especialista, quien podrá evaluar la gravedad de los síntomas. Le indicará el tratamiento adecuado al diagnóstico, teniendo en cuenta la edad, la intensidad de los síntomas e interacciones con otros medicamentos. El médico alergista es quien evalúa cuál es el medicamento indicado con menos riesgo de efectos adversos. Por lo cual, es importante no automedicarse.
En general, el tratamiento de la Polinosis se basa en la evitación de los alérgenos, control ambiental, antihistamínicos orales y/o tópicos y la Inmunoterapia como en otras enfermedades alérgicas.
Recordemos que la Inmunoterapia (Vacunas para alergia o Inmunovacunas), es actualmente el único tratamiento capaz de frenar la evolución de la enfermedad. Actúa modificando la sensibilidad al polen en cuestión y mejora los síntomas. Ofrece un alivio prolongado hasta casi su desaparición.
Este tratamiento consiste en la administración semanal (por vía subcutánea o sublingual) del alérgeno que provoca la alergia en dosis cada vez más elevadas, hasta un máximo preestablecido. La duración completa del tratamiento es entre 3 a 5 años, dependiendo de la respuesta al mismo.
Los antihistamínicos son medicamentos controladores de los síntomas. Alivian la enfermedad, pero no la curan.
Para finalizar, algunas sugerencias para disminuir la exposición y/o evitar al alérgeno:
- Evitar salir al aire libre los días de mucho viento, ya que se produce un aumento en la concentración de pólenes atmosféricos. Los días de viento, secos y soleados hay más polen ambiental y disminuye los días de humedad y lluvias.
- Evitar realizar tareas de jardinería, cortar el pasto y barrer veredas. Como también evitar salidas al campo, parques, jardines o zonas de mucha vegetación.
- Ventile su casa por media hora a la mañana y luego mantenga las ventanas cerradas. Viaje en vehículos con ventanillas cerradas y evite viajar en moto o en bicicleta.
- No realice ejercicio físico al aire libre.
- Evitar secar la ropa durante las horas de máxima polinización, el polen queda atrapado en la ropa húmeda. Recomendamos realizar el secado de la ropa en el interior del hogar.
- Los anteojos de sol evitan el contacto directo del polen con los ojos, disminuyendo la intensidad de los síntomas como la irritación conjuntival y lagrimeo; también pueden usarse máscaras que cubran nariz y boca.
- Evitar entrar en contacto con otros agentes irritantes como el humo de tabaco, sahumerios y aromatizadores que pueden potenciar la reacción alérgica.
- Es imprescindible lavar bien frutas y verduras porque podrían tener granos de polen en la superficie. No debe ingerir miel ni otros productos derivados del polen.
- En lo posible darse una ducha luego de ingresar a su hogar para quitarse el polen adherido al cabello y piel.
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Tenia rinitis casi permanente y luego de un Prick test, me enteré que soy alergico a los ácaros y a las gramíneas. Realizé un tratamiento con vacunas y actualmente me siento mucho mejor habiendo desaparecido casi por completo. Excelente profesional y muy amable en la atención durante las consultas. Gracias Dra Garnero