En algunos casos, se puede asociar la enfermedad celíaca con la resistencia a la insulina, la diabetes tipo 1, o la diabetes tipo 2. La Lic. Victoria Arango, integrante del Servicio de Nutrición y de la Unidad de Enfermedad Intestinal Inflamatoria, Celíaca y Trastornos Asociados al Consumo de Gluten de Grupo Gamma, brinda información al respecto.

La enfermedad celíaca es una condición autoinmune, sistémica, que se presenta con variedad de signos y síntomas, donde su único tratamiento es la dieta libre de TACC.

La diabetes es una alteración metabólica que se caracteriza por una menor capacidad del organismo en utilizar el azúcar en sangre. La insulina es una hormona que produce nuestro páncreas, es la llave que le abre la puerta al azúcar para que ingrese a la célula. Pueden existir problemas al utilizar la insulina o que no sea suficiente la cantidad que se produce.

Por su parte, la diabetes tipo 1 puede darse en cualquier paciente que padezca otra enfermedad autoinmune. En cambio, la diabetes tipo 2 o la resistencia a la insulina pueden darse en personas que tienen malos hábitos de consumo.

Enfermedad celiaca y diabetes t2

Cuando comenzamos a adherir a nuestra dieta libre de TACC, si no estamos correctamente asesorados, sin darnos cuenta, comenzamos a consumir más alimentos ricos en carbohidratos, o alimentos hechos con premezclas que tienen más contenido de almidón. No consumimos las suficientes frutas, verduras, legumbres y frutos secos.

Entonces, junto a estos hábitos de consumo, se puede asociar la enfermedad celíaca con la resistencia a la insulina o a la diabetes Tipo 2, donde puede requerirse medicación oral para reestablecer valores normales de glucemias.

Es importante destacar que si modificamos nuestros hábitos de vida ante un cuadro de insulino resistencia,  probablemente este se revierta.

La alimentación siempre, en todos los ámbitos, debe ser un pilar fundamental de nuestra organización diaria. Debemos llevar una vida más consciente, realizando actividad física, disminuyendo aquellos hábitos perjudiciales para la salud, como por ejemplo fumar o tomar alcohol con regularidad.

Para llevar una alimentación sana, consciente, nutritiva y adecuada para cada uno, es necesario consultar con un profesional de la nutrición especializado en el área que requerimos.

Por último, recalco que siempre es necesario en trabajo interdisciplinario y fomentar buenos hábitos alimentarios desde la infancia para prevenir el desarrollo de condiciones como la diabetes tipo 2.

Enfermedad celiaca y diabetes t1

La diabetes tipo 1 puede darse en cualquier paciente que padezca otra enfermedad autoinmune, como por ejemplo la enfermedad celíaca (ambas comparten rasgos genéticos). En tanto, la enfermedad celíaca se presenta entre un 4% a un 12% en niños con diabetes tipo 1.

Ambas son crónicas, por lo cual la alimentación libre de TACC, la terapia de insulinización y una alimentación adecuada a diabetes son compatibles y deben llevarse de por vida, con la información y el acompañamiento adecuados.

Nutricionalmente, debemos mantener siempre una alimentación apta y segura sin TACC, controlando la ingesta de carbohidratos, eligiendo aquellos que tienen mejor calidad nutricional. Por ejemplo, se pueden optar por harinas alternativas que aporten mayor cantidad de fibra, alimentos naturales que sean fuentes de carbohidratos.

Es importantísimo fomentar hábitos alimentarios saludables y nutritivos adecuándonos a cada contexto de los pacientes, siempre desde un lugar empático.

Los registros alimentarios y glucémicos nos permiten evaluar el control metabólico de la glucemia y de la terapia de insulinización, así como también posibles fuentes ocultas de TACC y contacto cruzado.

Por otro lado, es necesario trabajar con conjunto con gastroenterólogos, endocrinólogos, diabetólogos para ajustar la terapia de insulinización, la alimentación y la educación física.