En la actualidad existen en Argentina aproximadamente 130 mil personas que conviven con el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). Pese a que los datos parecen desalentadores, con los nuevos tratamientos antirretrovirales se consiguió suprimir completamente al virus y reconstituir o mantener la inmunidad indemne en los pacientes. La expectativa de vida de una persona infectada, que cumple con el control médico y el tratamiento prescripto, es muy parecida a la de la población general.
Según datos oficiales de la Dirección de Sida y Enfermedades de Transmisión Sexual, la tasa fallecidos por HIV correspondiente al año 2008 registró una caída del 15 por ciento en los últimos años.
El Dr. Sergio Lupo vicepresidente de la Sociedad Argentina de SIDA ha manifestado que la situación ha cambiado favorablemente en el curso de los años, pero que aún queda un camino por recorrer para que la enfermedad sea socialmente equivalente a otras.
La enfermedad afecta principalmente los grandes conglomerados urbanos en todas las ciudades capitales del país. El 70 por ciento de la epidemia se concentra en las provincias de Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba.
La epidemia de VIH en la Argentina aún es de tipo “concentrada”, concepto que se aplica a aquellas enfermedades en las que la proporción de personas infectadas en la población general es menor al 1 por ciento, pero mayor al 5 por ciento en algunos subgrupos, debido a determinadas condiciones de vulnerabilidad que los exponen más a contraer la infección.
Se estima que cuatro de cada mil de las personas mayores de 15 años están infectadas con el VIH, pero que esta proporción aumenta al 12 por ciento entre los varones que tienen sexo con otros varones. Otras poblaciones que tienen prevalencia más altas que la media son las de trabajadoras sexuales con un 5 por ciento y las personas travestis y transexuales, donde la epidemia afecta a 3 de cada 10 personas.
“Los hábitos sexuales no han cambiado radicalmente y el sexo seguro lo practica menos del 50 por ciento de la población. La disminución de la transmisión se está produciendo por haber más personas diagnosticadas y tratadas, ya que el hecho de tener el virus suprimido disminuye notablemente la transmisión”, explicó Lupo.
El especialista destacó que “en nuestro país el tratamiento es gratuito y fácil de obtener para todos los que lo necesitan, tengan o no obra social o prepaga. La asignatura pendiente es que existen alrededor de 60 mil personas sin diagnóstico y que evolucionarán a formas graves de la enfermedad sin saberlo”.
El Dr. Sergio Lupo remarca que la erradicación de la epidemia dependerá de fortalecer el diagnóstico para que con los tratamiento adecuados disminuya la eficacia de la transmisión.
Volver a “SIDA, informe especial“
Fuente: www.elciudadanoweb.com
Imagen: lookfordiagnosis.com
Temas
Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
Dejá tu comentario