Hablar sobre dolor en las relaciones sexuales puede resultar dificultoso para muchas mujeres. Se da por sentado que el coito debe ser siempre placentero, y la realidad es que el sexo puede no ser placentero o libre de dolor para todas las mujeres, en todas las ocasiones. De hecho, muchas mujeres pueden sentir dolor durante sus relaciones sexuales, denominado dispareunia, en diferentes momentos de su vida, por muchas razones que son normales. Es normal cuando se experimenta, a veces, sólo en algunas posiciones sexuales o asociado a dolencias de otros órganos abdominales, como por ejemplo, episodios de distensión intestinal.
Según algunos estudios, 1 de cada 5 mujeres experimentan dispareunia a lo largo de sus vidas. La dispareunia puede presentarse:
- Desde el inicio de la primera relación, o aparecer a posteriori.
- El dolor puede ser superficial o profundo, en la pelvis.
- Acompañarse de ardor, picazón y flujo anormal.
- La mayoría de las mujeres experimentan dolor superficial, a nivel del orificio vaginal.
¿Cuándo se debe consultar a un especialista?
- Cuando el cuadro se presenta de forma persistente, la mayoría de las veces e impide disfrutar de la relación sexual.
- Siempre que este síntoma provoque estrés, o la mujer sienta que altera su calidad de vida y su vida de relación.
¿Cuáles son las causas más frecuentes del dolor superficial?
- Falta de lubricación: puede ser secundaria a la excitación insuficiente al inicio de la penetración, a la toma de ciertos medicamentos, (entre ellos los nuevos anticonceptivos orales, de muy baja concentración hormonal), a la disminución de los estrógenos durante la lactancia y en el climaterio. Puede presentarse en algunas enfermedades autoimunes como en el Síndrome de Sjogren, en el que se asocia a sequedad bucal y dolores articulares.
- Procesos infecciosos, inflamatorios y alérgicos diversos: en general se presentan con lesiones en la piel y/o la mucosa vulvar y con flujo.
- Vaginismo: es la contracción involuntaria de los músculos vaginales que hacen la penetración dolorosa y, a veces, imposible.
¿Cuáles son las causas más frecuentes de dolor profundo?
El dolor profundo puede estar relacionado con enfermedades uterinas y ováricas, como endometriosis, miomas o fibromas, prolapso, quistes, o procesos intestinales o de las vías urinarias.
Siempre debe evaluarse la existencia de factores emocionales. Entre ellos hay que tener en cuenta:
- Stress
- Problemas psicológicos.
- Historia de abuso sexual.
¿Cómo es el tratamiento?
Debe ser acorde al origen del cuadro, pero siempre requerirá una historia clínica y control ginecológico y el tratamiento de los procesos físicos o psicológicos subyacentes.
De ser necesario, cambios en la técnica sexual, y el asesoramiento en ejercicios de desensibilización, y sin duda hablar con la pareja respecto a esta dificultad puede ser de ayuda. Si el proceso es de larga data, es normal que emocionalmente se sienta miedo al dolor, y parte del tratamiento es romper ése círculo de: falta de excitación, dolor, por miedo al dolor no deseo de la relación y así sucesivamente.
Están disponibles lubricantes (algunos acuosos y otros aceitosos), que ayudan a aliviar la sequedad, y cremas con estrógenos cuando el origen es la falta hormonal.
Muchas mujeres con dispareunia persistente e intensa, nunca consultan a su médico. Hacerlo puede mejorar su vida sexual, su intimidad emocional y su autoestima.
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