La Lic. Paula Hovanyecz, embrióloga e Integrante del Servicio de Medicina Reproductiva de Grupo Gamma, explica en qué consiste el cultivo embrionario a blastocisto en el laboratorio de Reproducción Asistida.

¿De qué hablamos cuando decimos que cultivamos embriones?

Denominamos cultivo de embriones a la incubación de los mismos desde la fertilización de los ovocitos hasta su transferencia o criopreservación. También debe ser considerado que algunos embriones pueden llegar a detener su desarrollo por alguna anomalía presente y no llegar a ser transferidos.

En este período de tiempo, el cual no suele ser superior a los 7 días tras la aspiración de los ovocitos, los embriones se incuban (o cultivan) en un ambiente estrictamente controlado. A diario, se evalúa la progresión de los embriones y se los clasifica según su capacidad para dividirse y su morfología. Según esta clasificación se realizará la elección del/los embrión/embriones a transferir.

Nuestro objetivo es que los pacientes logren el deseado embarazo, minimizando siempre las eventuales complicaciones. En este sentido, se recomienda la transferencia de un embrión único, evitando así las dificultades asociadas a los embarazos múltiples. Para tal fin, lo ideal es seleccionar el mejor embrión a transferir, es decir, el embrión que morfológicamente aparenta ser el de mayor capacidad implantatoria.

En nuestro Centro, la transferencia embrionaria puede realizarse cuando el embrión se encuentra en un estadío de desarrollo temprano (entre 7 a 9 células), aproximadamente a las 72 horas de realizada la fertilización; o bien, a los 5 días, estando comunmente el embrión en estadío de blastocisto. La elección del día de transferencia se toma conjuntamente entre el médico, el embriólogo y los pacientes, y depende de cada caso en particular, considerando variables como antecedentes de la pareja, calidad embrionaria y cantidad de embriones en cultivo, entre otras.

En los últimos años, gracias a los avances en los laboratorios de alta complejidad, el cultivo prolongado de embriones, es decir, el cultivo embrionario en condiciones controladas hasta el estadío de blastocisto, se ha vuelto una práctica muy frecuente. La principal la ventaja que ofrece esta técnica es permitir la selección embrionaria con mayor precisión que aquella que se realiza cuando los embriones se encuentran en el tercer día de cultivo. Así, según el caso, cuando hay varios embriones disponibles, se podrían cultivar todos hasta el quinto día, y elegir selectivamente uno sólo para transferir (transferencia electiva de un único embrión).