Hasta el momento no hay evidencias científicas que la infección por el coronavirus pueda afectar al folículo piloso, pero sí se puede constatar un aumento en las consultas por pérdidas severa del cabello, tanto en pacientes que han cursado la enfermedad como así también en aquellos que no han enfermado. La Dra. María Alicia Savoré, Jefa del Servicio de Dermatología de Grupo Gamma, brinda información sobre las causas y el tratamiento de alopecia en el contexto de pandemia.

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A diario recibimos pacientes, en especial mujeres, que consultan por una caída abrupta y severa del cabello que se intensifica con el lavado o peinado. Se las nota muy angustiadas y ansiosas, incluso algunas de ellas concurren con una bolsa conteniendo el cabello recogido de algunos días.

Este tipo de alopecia se denomina efluvio telógeno agudo. Es una  caída de cabello en forma difusa, que acontece de 2 a 4 meses después de una causa desencadenante que altera el ciclo del crecimiento del pelo y  revierte al eliminar el estímulo. Afecta a ambos sexos, siendo en la mujer la segunda causa en frecuencia de caída de cabello.

Normalmente el pelo está sometido a un ciclo biológico que consta de tres fases: anágena, catógena y telógena. Los cabellos se encuentran en distintas fases de crecimiento folicular de forma aleatoria y asincrónica unos con otros.

* anágena: es la fase de crecimiento del pelo que dura de 2 a 6 años.

* catágena: es la fase de regresión del pelo, de 2 a 3 semanas de duración.

* telógena: es la fase de reposo y caída, de 3 a 6 meses de duración.

El cuero cabelludo cuenta con aproximadamente 100.000 a 150.000 pelos estando los mismos un 85% en fase anágena, un  1% en  fase catágena y un 10 a 14% en fase telógena; con un crecimiento de 1 cm por mes. En el efluvio telógeno, hay un pasaje prematuro desde la fase anágena hacia las fases catágena y telógena, determinando una alopecia difusa.

Las causas de Efluvio Telógeno son múltiples, entre otras:

• Parto, aborto
• Alteraciones endócrinas (hipo/hipertiroidismo)
• Interrupción o modificación de anticonceptivos orales
• Fiebre
• Enfermedades hepática o renales crónicas
• Sífilis, infección por HIV
• Procesos malignos
• Dietas rigurosas
• Anorexia – Bulimia
• Procedimientos quirúrgicos
• Anemia ferropénica
• Estrés
• Depresión
• Intoxicación por metales pesados
• Fármacos: anticoagulantes, beta bloqueantes, captopril, enalapril, litio, ciclosporina, retinoides, etc.
• Carencias de proteínas, de zinc, de biotina, de vitaminas, de sales minerales, etc.
• Estacional
• Vejez
• Covid-Pandemia.

Clínicamente se caracteriza por un desprendimiento difuso del pelo en forma súbita, perdiendo más de 300 pelos por día para un normal de 100 diarios, con disminución de la densidad pilosa, sobretodo en la región temporal, con prueba de la tracción positiva “Signo de Sabouraud” (desprendimiento de 3 ó más cabellos a la tracción suave).

Esta alopecia revierte alrededor de los 6 meses después de la eliminación del factor desencadenante y no lleva a una calvicie total. Si persiste más de 6 meses debe considerarse como efluvio telógeno crónico.

Hasta el momento no hay evidencias científicas que la infección por el coronavirus pueda afectar al folículo piloso, pero sí se puede constatar un aumento en las consultas por pérdidas severa del cabello, tanto en pacientes que han cursado la enfermedad como así también en aquellos que no han enfermado. De todas formas, no hay que olvidar el gran estrés físico y psíquico que toda esta situación de pandemia conlleva.

Se debe realizar la consulta con el dermatólogo, quien con una exhaustiva historia clínica, examen físico, de sangre y si es necesario una tricoscopía digital, descartará diferentes patologías para arribar al diagnóstico.

En cuanto al tratamiento, en primer lugar no hay que alarmarse porque es una alopecia de carácter temporal, se tratará la causa desencadenante acompañándose de una  dieta adecuada y equilibrada. A diferencia de lo que se piensa, el lavado del cabello debe ser frecuente para eliminar todo ese pelo que tarde o temprano caerá.  La indicación de suplementos vitamínicos u otros fármacos orales o locales quedarán a criterio del dermatólogo.