Cuando permanecemos en el hospital, nuestro organismo se encuentra de repente con la tarea de enfrentarse a un lugar extraño, no solo por sus ruidos, colores, texturas o sabores, sino también porque en algunos casos tenemos que compartir nuestra habitación con un extraño y nuestras rutinas se ven alteradas por las prioridades de las tareas del equipo que nos cuida.
Las alteraciones más comunes se pueden observar en las necesidades de reposo y sueño, las de eliminación intestinal o urinaria y en la de nutrición/alimentación.
Un ejemplo de lo antes mencionado pasa con la flora normal de microorganismos que vive en forma inofensiva en nuestra piel y mucosas como la de la cavidad bucal y la faringe.
Basta con permanecer en el hospital 48 a 72hs. para que nuestra boca y faringe se expongan a ser colonizadas por gérmenes no propios y a los que no estamos acostumbrados. Los gérmenes que normalmente conviven con nosotros en nuestra boca y faringe son los denominados cocos grampositivos. La colonización por bacilos gramnegativos nosocomiales y cocos grampositivos multirresistentes es directamente proporcional al tiempo de hospitalización y alcanzaría una prevalencia del 60% en los pacientes en estado crítico.
Cuando la persona permanece acostada en posición horizontal pura (a 0°) y además no practica una respiración profunda por miedo al dolor por ejemplo si se encuentra operada del tórax o abdomen, y además se encuentra invadida por una sonda nasogástrica, es altamente probable que se produzca lo que llamamos micro aspiraciones, es decir, que una mínima cantidad de contenido del aparato digestivo pase al aparato respiratorio, pudiendo llegar a producir lo que llamamos neumonia hospitalaria.
El lavado de manos de todo el equipo de salud, de la persona internada y de su familia, tanto como permanecer en la cama en una posición a 30° (siempre y cuando no haya una contraindicación médica para ello) y el lavado bucal frecuente, son los pilares fundamentales para evitar ésta complicación asociada a la estada hospitalaria, en todas las personas, aun más en las sometidas a una cirugía.
Cabe destacar que la adquisición de éste tipo de complicaciones no está relacionada a mala higiene hospitalaria ni a malas prácticas del equipo, todos las personas están, en mayor o menor medida, expuestas a éste tipo de complicaciones cuando ingresan a un ambiente hospitalario.
Ya sea producida entonces por los propios gérmenes de la persona o por haberse apropiado de los gérmenes del hospital, los cuales están acostumbrados a estar en contacto con antibióticos y cada vez se hacen mas resistentes a los mismos, la neumonía es una complicación que aumentará el disconfort de la persona y familia, así como los días de estada hospitalaria y la profundidad de los controles y actividades del equipo sobre el paciente, mas laboratorios, mas fármacos, entre otras cosas.
En éste sentido cabe reforzar entonces, las buenas prácticas de autocuidado que la persona y familia pueden iniciar y exigir en el equipo de salud a fin de disminuir al mínimo el riesgo de contraer neumonía hospitalaria.
- Lávese las manos frecuentemente con agua y jabón o con la técnica de lavado de manos en seco con alcohol en gel.
- Exija que cada persona del equipo de salud que se acerque, lo salude, lo controle o lo toque, se lave las manos antes y después.
- Mantenga la cabecera de la cama a 30° si no existen contraindicaciones.
- Lávese la boca con un colutorio luego de cada comida, cuando se lave los dientes, mínimo tres veces en el día. Lo ideal es utilizar un colutorio que contenga el principio clorhexidina.
- Acepte el baño completo diario por arrastre con abundante agua y jabón, si está en mayor riesgo de colonizarse con gérmenes hospitalarios, el personal del equipo utilizará en lugar de jabón una antiséptico para el momento del baño. Exija el baño diario y cambio frecuente de ropa de cama.
- Si está operado, no descubra las heridas y nunca las toque con sus manos. No permita que nadie toque sus heridas o catéteres para administración de sueros sin lavarse previamente las manos. Las manos son el principal instrumento de contagio entre una persona y otra dentro del hospital.
- No reciba visitas que padecen alguna enfermedad infecto contagiosa.
- No reciba visitas de niños pequeños, ellos están más vulnerables a las complicaciones que antes mencionamos.
- No reciba flores o plantas, peluches o revistas y diarios de papel poroso, todos ellos favorecen el crecimiento de los gérmenes.
- Abra las ventanas y deje entrar el aire y la luz del sol.
Si se implementan éstos cuidados que consideramos mínimos y simples, se disminuye notablemente la posibilidad de que una persona internada contraiga infecciones dentro del hospital.
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