La dermatitis atópica es una erupción intensamente pruriginosa caracterizada por la aparición de enrojecimiento, vesículas, exudación (por roturas de vesículas) y descamación de la piel, cuya causa es la espongiosis (eccema); tiene una distribución típica y puede progresar hacia la excoriación y liquenificación de la piel por el rascado crónico.
Puede ser desencadenada por factores externos e internos. Generalmente evoluciona por brotes, que alternan con períodos de mejoría, lo que le da cronicidad al proceso.
Aparece con mayor frecuencia en personas predispuestas, con algún antecedente personal o familiar de rinitis, broncoespasmo, conjuntivitis alérgicas, etc.
En el 80% de los pacientes la afección se presenta a la edad de 1 año, y en más del 90%, antes de los 5 años. La piel del niño atópico es muy seca, sumamente sensible y se irrita con facilidad.
En cuánto a la evolución, presenta un curso impredecible; pero en general mejoran hacia la adolescencia. De no ser así, más adelante, se instalará el Eccema constitucional del adulto.
Dentro de los factores desencadenantes podemos mencionar:
- Genéticos: se lo ha relacionado al cromosoma 11q13
- Inmunológicos: está aumentada la producción de Ig E (responsable de la liberación de histamina)
- Alimentos: maní, huevos, pescado, tomates, cítricos, etc
- Medicamentos
- Stress
- Microorganismos: los atópicos tienen una tendencia natural a las infecciones cutáneas, estafilococo aureus, herpes simple, malassezia, moluscos contagiosos
Desde el punto de vista Clínico la dermatitis atópica se la puede dividir en:
- Fase del lactante: hasta los 2 años. Placas eritematovesiculosas y escamosas en zonas acrales y malares, o de roce (zona del pañal)
- Fase infantil: entre los 2 y 12 años. Toma en general las flexuras (pliegues de codos, hueco poplíteos, cuello). Forma placas de pápulas con prurito incoercible
- Fase del adolescente y adulto: las lesiones de eccema son más difusas y generalmente cubren el dorso de las manos y superficies de flexión de las extremidades.
Si bien no hay una curación específica de la Dermatitis Atópica, se puede lograr un alivio considerable con medicamentos y una serie de medidas generales. Pueden existir remisiones espontáneas de la enfermedad y el pronóstico, en general, es bueno. El tratamiento apunta a eliminar el prurito y a combatir la sequedad de la piel.
Medidas generales:
- Evitar ropa de vestir y de cama irritantes. Sólo de algodón.
- Los baños deben ser cortos y usar jabones neutros.
- Ambientes libres de polvos (no peluches, no mascotas).
- Evitar deportes vigorosos (la sudoración es un factor agravante).
- Humectantes: cremas emolientes hidrofílicas.
- Dietas de eliminación: en las formas rebeldes y por corto tiempo.
Tipos de tratamientos:
Tratamiento Tópico:
- Uso de corticoides: hidrocortisona (en niños, cara y pliegues), mometasona, betametasona, entre otros.
- Inhibidores de la calcineurina: Tacrolimus o pimecrolimus en crema
- Humectación de la piel: con cremas en base a ceramidas, avena, ácidos grasos esenciales, vitamina A, urea, etc.
Tratamiento sistémico:
- Antihistamínicos: Hidroccicina, Clorfeniramina, Difenhidramina, Cetirizina, Desloratadina (entre otros).
- Antibióticos: Cefalexina,. Eritromicina, Cefadroxilo (en caso de infecciones cutáneas).
- Corticoides orales: sólo en casos refractarios, y por corto tiempo.
Otras opciones terapéuticas:
- Interferón gamma – Antileucotrienos: zafirlukast, montelukast – Ciclosporina – Fototerapia (UVA –UVB)
Notas relacionadas:
Imagen: www.freedigitalphotos.net
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