La Hipertensión Arterial es una afección asintomática, muy frecuente, que afecta entre el 30 y 40% de la población adulta mundial. Cuando no se la controla adecuadamente puede aumentar significativamente el riesgo de accidente cerebrovascular, infarto agudo de miocardio, insuficiencia cardíaca y enfermedad renal crónica, condiciones que pueden llevar a la muerte o dejar como secuela una severa incapacidad.
El tratamiento inicial de estos pacientes con hipertensión debe incluir cambios en su estilo de vida y la dieta: como la pérdida de peso, hacer ejercicio y reducir el consumo de sodio. Cuando esto no es suficiente, se debe recurrir a ingesta de fármacos. Sin embargo, a pesar de haber un gran desarrollo y evolución en los fármacos para el tratamiento de la Hipertensión Arterial, existe un 10-15% de estos pacientes que no llegan a normalizar sus cifras de presión arterial a pesar de ser tratados con combinaciones de tres o más drogas. A esta situación se la denomina Hipertensión Arterial Resistente.
Los riñones juegan un papel importante en la regulación de la presión. Se encargan de controlar la cantidad de agua y sal en la sangre, afectando directamente a la cantidad de líquido dentro del sistema circulatorio. Si los riñones permiten que el cuerpo retenga demasiada sal y agua, el mayor volumen de líquido aumenta la presión arterial.
Además, los riñones están conectados con el Sistema Nervioso Simpático a través de nervios que le permiten enviar y recibir señales eléctricas hacia y desde los demás órganos relacionados con el control de la presión arterial. De este modo los estímulos nerviosos que reciben los riñones pueden modificar la eliminación de agua o sal y bien estimular o disminuir la secreción de hormonas como la renina. A su vez, desde el riñón parten estímulos nerviosos que producen modificaciones a nivel de “otros actores” que también participan en la regulación de la presión arterial: el cerebro, el corazón y los vasos sanguíneos.
Este complicado sistema de regulación, funciona con normalidad en los no hipertensos, pero puede volverse disfuncionante e hiperactivo entre los pacientes hipertensos.
La Denervación Renal es un procedimiento Endovascular, mínimamente invasivo, ideado para el tratamiento de aquellos pacientes a los cuales no se les logra controlar sus cifras de presión arterial a pesar de ser tratados con una combinación de cuatro drogas (Hipertensos Resistentes).
La intervención dura menos de 60 minutos, es realizada por Cardioangiólogos Intervencionistas (médicos especializados en intervenciones por vía Endovascular) y lleva un día de internación. Consiste en la utilización de un catéter emisor de energía por radiofrecuencia, que se introduce desde una punción de la arteria femoral a nivel de la ingle. El catéter es dirigido hasta las arterias renales. Una vez dentro de ellas, se produce la ablación de los nervios renales, produciendo una denervación precisa que bloquea en forma completa los estímulos nerviosos que llegan y parten desde el riñón.
Mediante el bloqueo de los nervios que emanan de los riñones, la denervación renal puede disminuir el nivel de activación de todo el sistema nervioso simpático y de los efectos de este sobre el corazón y los vasos sanguíneos. El bloqueo de los nervios que llegan hacia el riñón puede revertir la retención de líquido y sal, (bajar el volumen de líquido circulante) y reducir la liberación inadecuada de renina (deteniendo la cascada hormonal renina-angiotensina-aldosterona antes de que comience).
Como contribución marginal, existen algunos datos que permitirían sugerir cierto beneficio en el manejo de algunas enfermedades donde la activación del Sistema Nervioso Simpático juega un rol importante: insuficiencia cardíaca, control de la glucemia y apnea del sueño, entre otras.
El dispositivo Simplicity ha sido aprobado recientemente por al ANMAT para ser utilizado en la República Argentina y el Servicio de Diagnóstico y Tratamiento Endovascular de Grupo Gamma es uno de los primeros centros del país en contar con esta tecnología.
Como pasa en cualquier tipo de tratamiento, la clave está en la selección apropiada de los pacientes. Esta técnica promisoria está indicada solamente para aquellos pacientes con Hipertensión Arterial Resistente. El diagnóstico de esta situación y la indicación de Denervación Renal debe ser realizada por un equipo médico especializado en el manejo de pacientes hipertensos.
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Imagen: http://www.infobae.com
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La excelencia de tus conocimientos, para ser volcada en pos del paciente, contando ademas con un equipo de primera…
Gracias Claudio por tu paciencia y por todo lo hecho por mi…
Un abrazo
La verdad es que últimamente está en auge el tener equipos médicos en casa para estas cosas. El problema es que tienen que utilizarse como un complemento, puesto que sin la formación adecuada pueden llevarnos a un error de diagnóstico, por lo que lo ideal es acudir al médico periódicamente.