El 13 de enero se conmemora el “Día Mundial de la Lucha Contra la Depresión” una enfermedad que es considerada como la primera causa mundial de discapacidad en el mundo. Pero exactamente, ¿Qué es la depresión? ¿Cuáles son sus síntomas? Y lo más importante, ¿Cómo podemos tratarla?

El Dr. Juan Pedro Sapéne, Staff del Servicio de Psiquiatría y Psicología de Grupo Gamma, nos comparte su oportuna mirada, en este día tan importante.

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La depresión acompaña a la historia de la humanidad desde la antigüedad, manifestándose como una enfermedad común pero que puede llegar a ser muy grave.

Si hay depresión, se ve afectada significativamente nuestra forma de sentir, pensar y comportarnos en las actividades cotidianas.

Esto repercute en el descanso, en nuestra alimentación, el desempeño laboral y disfrutar de la vida diaria.

¿Existen diferentes tipos de depresión?

Si, existen varios tipos de depresión; los trastornos depresivos más comunes suelen ser la Depresión Mayor que se presenta con un estado de ánimo depresivo muy severo, junto a la pérdida del interés en las actividades que antes se disfrutaban.
La Depresión Persistente, con síntomas de tristeza menos importantes, pero de mayor duración (unos dos años).
Otro de los tipos es la Depresión con síntomas de psicosis, una forma más grave en la que existen delirios (se experimentan falsas creencias, muy rígidas, que provocan mucho malestar) o alucinaciones (por ejemplo, escuchar sonidos, voces, o ver cosas que otros no ven). 

Y finalmente, se encuentra la Depresión experimentada por una persona con Trastorno Bipolar. En estos casos se presentan oscilaciones del humor, con episodios de tristeza, indiferencia o desesperanza, para luego dar lugar a un estado del ánimo expansivo, con una gran energía, sentimientos de felicidad y bienestar extremos, sintiendo más tarde irritación, insomnio severo, sensación de invulnerabilidad y muy poca conciencia del impacto de estos síntomas en la vida de la persona que la padece. 

Signos y síntomas de depresión

Los síntomas más conocidos de depresión son múltiples, entre los que podemos incluir: 

• Tener un estado de ánimo persistentemente triste, con sensación de estar “vacío” experimentando mucha ansiedad.
• Sentir desesperanza, pesimismo, o pensar que nada va a cambiar.
• Irritación, inquietud, o frustración.
• Culpa excesiva, sentir que no tenés valor como persona, o experimentar impotencia. 
• Tener anhedonia, esto implica  falta de satisfacción o placer en actividades o situaciones que antes solía  disfrutar.
• Disminución de la energía, la atención o la capacidad para concentrarse o tomar decisiones. 
• Pensamientos o intentos de suicidio o muerte, como única salida al sufrimiento que se experimenta. 
• Ataques de ira, irritabilidad, o aislamiento de las personas cercanas e importantes.
• Mayor impulsividad, lo que incluye el desarrollo de actividades riesgosas, el consumo de alcohol o drogas.
• Problemas con el deseo y el rendimiento sexual.

¿Cómo se trata la depresión?

Debemos recordar dos aspectos centrales: todas las formas de depresión son tratables y el comenzar el tratamiento lo antes posible eleva mucho la tasa de respuesta al tratamiento.  

En la depresión se emplean medicamentos, psicoterapia, una combinación de ambas modalidades y otras formas de abordaje que en los últimos años han demostrado mucha eficacia. 

Medicación

Los antidepresivos son los fármacos usualmente utilizados para combatir la depresión, sostiene el Dr. Sapéne. Actúan modificando las sustancias químicas que el cerebro tiene para mejorar el estado del ánimo, disminuir el estrés y mejorar la capacidad para reflexionar y tomar decisiones. Aun cuando la tasa de respuesta inicial a los antidepresivos es alta, es posible que el paciente tenga que usar dos o tres tipos de fármacos diferentes hasta lograr la combinación que resulte más efectiva. 

Tres puntos son importantes

• En primer lugar, se pueden retirar cuando el profesional determine que es necesario; no provocan adicción ni uso compulsivo. 
• Segundo, mejoran el funcionamiento y desempeño del cerebro, corrigen el sueño, el apetito y la concentración. 
• Tercero, se deben usar en las dosis y durante el tiempo adecuado. Habitualmente tardan 4 semanas en comenzar a actuar, y los debemos usar durante 9 a 12 meses, para poder consolidar la respuesta del tratamiento. 

Avances en la medicación.

Nuevos medicamentos como la Esketamina intranasal, han podido aliviar los síntomas en algunas horas tras su aplicación. Se utiliza en algunas formas de depresión llamadas “resistentes o refractarias al tratamiento”, esto es cuando a pesar de haber implementado un tratamiento correcto, la depresión no mejora. La persona debe continuar usando antidepresivos por vía oral tras la aplicación. 

Psicoterapias

Varios tipos de psicoterapia, han demostrado aliviar los síntomas de la depresión leve, ayudando a las personas a cambiar las maneras de pensar, actuar o comportarse con otras personas.

Adicionalmente mejoran los hábitos diarios que contribuyen a la depresión como lograr cambios en las actividades del día a día, en la alimentación o en la higiene del sueño.

También podemos hablar de las terapias de estimulación cerebral. Actúan estimulando o inhibiendo el sistema nervioso con electricidad. La electricidad se aplica a través de electrodos colocados sobre el cuero cabelludo o utilizando campos magnéticos. 

Las terapias de estimulación cerebral con mayor evidencia que contamos en nuestro país son: 

• La Terapia Electroconvulsiva (TEC)
• Estimulación Magnética Transcraneal Repetitiva (EMTr)
• Transcraneal de Corriente Directa (tDCS)
• Del Nervio Vago (VNS)
• Cerebral Profunda (ECP)

¿Cómo encontrar ayuda para tratar la depresión?

La desesperanza, la falta de contacto y comunicación, junto a la dificultad para identificar a la depresión, son los mayores obstáculos para lograr obtener ayuda.

Es muy necesario pedirla, hablar con un médico clínico, un médico psiquiatra, psicólogo o hacer una visita a un profesional que se dedique a diagnosticar y tratar a personas con problemas de salud mental. 

Además ayuda mucho abrirnos, hablar sobre lo que estamos atravesando y de cómo nos sentimos con aquellas personas con las que creamos que pueden colaborar.

Para concluir, el Dr. Juan Pedro Sapéne destaca la importancia de que, con el inicio del tratamiento, se empezarán a ver de manera gradual avances notables en aquellas personas que están atravesando este cuadro.

Mientras eso sucede, es fundamental incorporar la práctica diaria de ejercicio, adoptar hábitos alimenticios saludables, mantener un horario regular de sueño, dividir las tareas en acciones más simples y alcanzables y evitar el aislamiento.