El regreso a la rutina luego de un período de vacaciones no es fácil. Retomar hábitos sanos para nuestra alimentación es una tarea necesaria en el cuidado nutricional de nuestro cuerpo. Desde Grupo Gamma les acercamos algunos consejos para mantenernos saludables.
Una alimentación saludable es aquella que aporta todos los nutrientes esenciales y la energía que cada persona necesita para mantenerse sana. Una persona bien alimentada tiene mayores oportunidades de desarrollarse plenamente, vivir con salud, aprender, trabajar mejor y protegerse de enfermedades.
Una dieta variada asegura la incorporación y aprovechamiento de todos los nutrientes que necesitamos para crecer y vivir saludablemente. Implementar éstos hábitos alimenticios, además de mejorar la calidad de vida en todas las edades, ha demostrado prevenir el desarrollo de enfermedades como: Obesidad, Diabetes, Enfermedades cardio y cerebrovasculares, Hipertensión arterial, Dislipemia, Osteoporosis, Algunos tipos de cáncer, Anemia e Infecciones.
A continuación te brindamos siete consejos para cuidarnos:
Limitá la ingesta energética procedente de la cantidad de grasa total: evitando frituras, eligiendo métodos de cocción como: al vapor, a la plancha, parrilla, horno, hervidos; seleccionando carnes de menor contenido graso, quitando antes de cocinar la piel a las aves y la grasa visible de las carnes; al cocinar las pastas no adicionar aceite al agua de cocción.
Aumentá el consumo de fibras: introducí en tus comidas frutas y verduras, legumbres, granos enteros, cereales integrales y frutos secos. Por ejemplo combinando verduras con pastas al dente (dan mayor saciedad) o cambiando las colaciones por alternativas más sanas que incluyan frutas frescas o secas, verduras y cereales integrales.
Limitá la ingesta de azúcares: tanto el azúcar que agregás en las infusiones como la contenida en las golosinas. Elegí las versiones light y moderate en las porciones.
Remplazá la sal agregando a las preparaciones hierbas aromáticas y condimentos naturales tales como perejil, albahaca, tomillo, romero y otros condimentos.
Elegí agua potable o agua mineral baja en sodio, en vez de bebidas dulces como gaseosas, bebidas deportivas y jugos de frutas.
Distribuí los alimentos en cuatro comidas principales y dos colaciones. Se puede lograr mucho reduciendo la cantidad de las porciones de todas las comidas.
Realizá actividad física en forma periódica, además hay que buscar oportunidades durante el día para realizar 10 ó 15 minutos de alguna actividad, por ejemplo una vuelta a la manzana caminando o subir y bajar las escaleras.
Fuente: Ministerio de Salud de la Nación.
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