La Licenciada en Psicología Jorgelina Moneta, Staff del Servicio de Psiquiatría y Psicología de Grupo Gamma nos comparte información súper interesante acerca del uso de las redes sociales y cómo interfieren en la autopercepción de la imagen psíquica y física, sobre todo en adolescentes.
Actualmente, existe un exceso en el uso de las redes sociales, Tik Tok, Facebook, Instagram, X, sobre todo en la población más joven. Hay una necesidad de editar fotos, agregar filtros y vivir muy pendiente de la devolución de quienes están viendo esas imágenes; precisamente eso es lo que influye en la salud mental de los jóvenes y en la autoperfección.
¿Cómo nos afecta en lo cotidiano?
Impacta en la salud mental en general y de varias formas.
Tenemos que hablar de personas que básicamente tienen una baja autoestima o cierto malestar con la imagen corporal, deseando tener aspectos diferentes de su imagen.
Así mismo, se limita la exposición física en el contexto social, evitando el uso de una malla, ir al gimnasio por ejemplo. Esto genera mucha angustia, aislamiento, estados depresivos y melancólicos.
Como decíamos antes, no se manifiesta solo en adolescentes, sino también en personas adultas, quienes buscan la perfección por medio de retoques o tratamientos de estética muy invasivos, que van más allá de algo saludable.
Además, tenemos que hablar de estereotipos y el exceso en el uso de productos para generar esta imagen, para tener más músculos o bien someterse a tratamientos en los cuales el límite es muy finito, entre algo que hace bien y lo ya es patológico.
¿Hay más jóvenes en la consulta psicológica?
Si, se acerca más la juventud, justamente son quienes más consumen y hacen uso de las redes sociales. Cabe destacar que el malestar físico, en muchas ocasiones, no tiene que ver con la conducta alimentaria, si no con una dismorfia corporal.
Hay que decir, que el uso de los filtros, la edición de las fotografías puede incluso distorsionar la percepción que ellos mismos tienen sobre su propia imagen.
A tal punto que, cuando se encuentran en persona, no se llegan a reconocer, ya que los primeros contactos fueron a través de las redes con estos filtros.
Es entonces cuando incurren en cirugías o en tratamientos para ser como esta imagen totalmente distorsionada.
¿Cómo lo trabajamos en casa?
Primero que nada empezar por trabajar la aceptación y la autoestima; gestionar otros aspectos valiosos que tiene la persona, que no sea lo estético, hablarlo.
Los adultos, mamá, papá, tenemos que darle prioridad al diálogo, acercarnos a nuestros hijos y tratar de preguntar; sobre todo si notamos dependencia al celular, si no quieren salir, o se cubren el cuerpo.
¿Alta autoestima o falsa autoestima?
Ningún extremo es bueno, ni la baja ni la excesivamente alta. Mostrar demasiado, tener la necesidad de hacerlo, eso tiene que ver con una falsa autoestima, generalmente si uno está bien, no necesita mostrar tanto.
Para concluir, la Lic. Moneta insiste en acercarnos a nuestros hijos, hablar en general de todo; hoy los jóvenes viven sus vidas en las redes; conversan, se ponen de novio, cortan relaciones, todo por medio de las redes.
Entonces es de suma importancia saber qué les pasa, cómo están, fundamentalmente charlar.
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Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
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