¿Cuáles son sus síntomas? ¿Cómo se las diagnostica? ¿Qué tratamientos se pueden indicar? Los Dres. Gabriel Martínez Lotti y Gastón Chiesa, del Servicio de Ortopedia y Traumatología de Grupo Gamma, nos brindan respuestas sobre esta patología más frecuente en ciertos deportes.
Las fracturas por estrés se producen por cargas excesivas a huesos con resistencia mecánica normal, que reciben fuerzas repetitivas o micro traumatismos de bajo impacto, observándose comúnmente en deportes como: futbol, danza, maratón, básquet, y vóley. Los diagnósticos tardíos y los tratamientos infructuosos prolongan el retorno a la actividad deportiva.
Las fracturas por estrés no se reconocen fácilmente en las radiografías convencionales precisamente porque son de pequeñas proporciones. Para su identificación, se precisa pruebas de imagen más complejas. La prueba diagnóstica más sensible y específica es actualmente la Resonancia Nuclear Magnética.
Sus síntomas
El paciente generalmente inicia con un dolor leve, relacionado con la actividad física que va progresando en intensidad, sin el antecedente de una lesión aguda. Inicialmente ese dolor se quita al descansar, pero después de una a dos semanas, se vuelve continuo, intenso y puede despertar a la persona en la noche. Se puede encontrar dolor e inflamación local al tocar el sitio de la fractura.
“Las fracturas por estrés definitivamente hablan de sobrecarga mecánica y lo habitual es que estén asociadas a un entrenamiento excesivo (…)”
Por tanto, una historia de dolor progresivo en la zona, inicialmente durante el ejercicio y luego en el reposo, es de alto índice de sospecha. A veces transcurre un promedio de varias semanas y hasta meses entre el inicio de los síntomas y el diagnóstico definitivo, lo cual aumenta la morbilidad de estas fracturas debido a que la clínica asemeja otras condiciones inflamatorias más comunes. Si se confirma el diagnóstico de una fractura por estrés la mayoría responde al tratamiento.
¿Cómo se pueden prevenir?
Las fracturas por estrés definitivamente hablan de sobrecarga mecánica y lo habitual es que estén asociadas a un entrenamiento excesivo. Lo más importante para prevenir las fracturas por estrés es asesorarse con respecto a los programas de entrenamiento, la técnica deportiva, poner atención al equipo y calzado utilizado en tu deporte, asegurarte de que estás apoyando con el pie adecuadamente y si no, compensar tu pisada con plantillas bien diseñadas, incluir en tu entrenamiento intervalos de descanso suficientes y el aumentar las cargas de trabajo en forma progresiva. Solo recuerda…el cuerpo es muy sabio. Si duele, es que el cuerpo está protestando y hay que revisar qué está pasando.
¿Cuál es su tratamiento?
Existen numerosas discusiones sobre los distintos tipos de tratamientos en fracturas por estrés. Desde tratamientos conservadores que constan de reposo de la zona afectada durante 4 a 8 semanas, con o sin inmovilización, y un regreso a las actividades diarias de forma gradual y controlada, versus los tratamientos quirúrgicos con la utilización de tornillos canulados o clavos endomedulares, que brinda un retorno más rápido a la actividad deportiva.
La monitorización de la curación es clínica y viene dada por la desaparición del dolor al desempeñar estas actividades y por la desaparición del punto doloroso a la palpación.
Temas
Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
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