Los teléfonos celulares se han convertido en una parte indisociable de nuestra vida cotidiana. Sin embargo, pueden generar problemas serios si no somos responsables en su uso sobre todo en diversas actividades diarias. Desde Grupo Gamma, en nuestro compromiso con la prevención asociada a la salud, compartimos algunos de los riesgos a los cuales nos exponemos mientras nuestra atención se concentra en el celular.
Los teléfonos celulares cada día presentan nuevas aplicaciones, nuevos juegos y permiten realizar más acciones y la realidad es que suelen facilitar la vida en muchos aspectos. Sin embargo, es importante reflexionar acerca del efecto negativo más riesgoso de su uso: la distracción que genera. Prestar atención al celular, sea para atender una llamada, responder un mensaje o revisar el correo, provoca distracciones de las acciones o actividades que estemos realizando.
Una prueba de este problema está desarrollado en el Informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado “Uso del celular al volante: un problema creciente de distracción del conductor” del año 2011. En el mismo, se plantea: “Si bien es difícil determinar los efectos del uso del teléfono celular en el riesgo de accidente, existen estudios que señalan que los conductores que utilizan el teléfono celular durante la conducción corren un riesgo aproximadamente cuatro veces mayor de verse involucrados en un accidente.” La OMS define como distracción el desvío de la atención de todas aquellas actividades esenciales para una conducción segura hacia otra actividad diferente y explica que hay 4 tipos de distracciones distintas: visuales, cognitivas, físicas y auditivas. Todas distracciones que claramente el celular genera.
En el mismo sentido, un estudio de la Universidad de Utah (EE.UU.) demostró que la conducción de un vehículo se ve igual de perjudicada cuando las personas hablan por celular mientras manejan que cuando lo hacen bajo efectos del alcohol, con una alcoholemia de 0,8 grs/litro, límite legal en muchos estados de Estados Unidos, pero que se sobrepasa del límite permitido en nuestro país, que está ubicado en 0,5 g/l para conductores particulares, 0,2 g/l para motociclistas y 0 para conductores profesionales. El estudio recomienda que directamente no se use el celular mientras se conduce un automóvil y señala que no hay diferencias notables entre hablar mediante un dispositivo de manos libres que utilizando el teléfono, es decir que el riesgo principal es la distracción cognitiva que genera la conversación.
“(..) la conducción de un vehículo se ve igual de perjudicada cuando las personas hablan por celular mientras manejan que cuando lo hacen bajo efectos del alcohol(..)”
Otra conducta asociada al celular y la seguridad vial, que genera ciertos riesgos, pone la lupa en los peatones. Asociaciones civiles que trabajan la concientización en seguridad civil recalcan que caminar por la calle mientras se habla por celular o se responde mensajes resulta en un caminar distraído, lo cual afecta la seguridad de todas las personas en la calle. Comparan caminar utilizando el teléfono con otras actitudes de peatones riesgosas, como ser cruzar la calle por la mitad de la cuadra, no respetar los semáforos o estar distraído. De esta manera, se apunta a que los peatones también estén conscientes y atentos a todo lo que ocurre alrededor, para evitar accidentes y situaciones de peligro.
Por otra parte, un estudio del Programa de Seguimiento del Neurodesarrollo Neonatal del Centro Médico de Niños Cohen de Nueva York destacó que los teléfonos móviles son una de las distracciones más comunes que los adultos deben superar mientras cuidan niños en áreas públicas de juego. Se realizó una observación de los hábitos de las personas cuidadoras en parques y concluyeron que el uso del celular fue motivo del 30% de las distracciones. Los profesionales que realizaron la investigación no plantean la necesidad de prohibir el uso de celulares en áreas de juego, pero si expresan que debemos ser concientes de lo que ocurre cuando nos distraemos visualmente mientras cuidamos a niños.
Fuentes: Organización Mundial de la Salud (OMS), Asociación Civil Luchemos por la Vida, Asociación Civil Compromiso Vial por Ursula Notz y Carla Alfaro, Agencia de noticias Reuters España.
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