Durante el verano, nuestro cuerpo se esfuerza para mantener una temperatura estable, regular, lo que implica un aumento significativo en el consumo de oxígeno, sobre todo en aquellas personas que, a priori, tienen un diagnóstico de alguna patología respiratoria.
La Dra. Ana Baez, Staff del Servicio de Neumonología | Enfermedades Respiratorias de Grupo Gamma, nos comparte seis recomendaciones infalibles para tener en cuenta en nuestra cotidianidad, durante esta época de calor.
El verano, generalmente es una época del año muy esperada. Los días se prestan para el descanso, realizar actividades al aire libre, disfrutar con amigos y familia. Sin embargo, también es importante recordar que el calor y otros factores presentes en esta estación pueden afectar nuestra salud respiratoria.
Por esto, poner en práctica ciertas acciones preventivas resultan muy oportunas y necesarias durante las temporadas de calor.
Empecemos mencionando el uso del aire acondicionado (AA)
El uso excesivo de los AA puede secar el aire y afectar la humedad en las vías respiratorias, esto puede causar irritación y dificultad para respirar.
Es importante llevar a cabo un mantenimiento de los AA y garantizar su limpieza (ya que acumulan mucho polvo) Así mismo, intentar no exponerse directamente al flujo de aire frío y utilizarlo en una temperatura adecuada que no esté por debajo de los 24º C recomendados.
Mantenerse hidratado
La hidratación adecuada es esencial para mantener nuestras vías respiratorias en buen estado.
Durante el verano, cuando las temperaturas son más altas, es importante aumentar la ingesta de líquidos. Beber la cantidad de agua suficiente ayuda a mantener la humedad en las vías respiratorias, lo que facilita la respiración y previene la irritación de la misma.
Evitar la exposición al humo y cigarrillo
La exposición al humo puede irritar las vías respiratorias y empeorar las condiciones respiratorias ya existentes, como el asma o las alergias. Siempre que sea posible, hay que evitar estar cerca del humo y buscar áreas bien ventiladas.
Si existe sensibilidad al humo, con cercanías a zonas industriales o con gran contaminación ambiental hay que considerar usar barbijo.
En cuanto al tabaco, procurar no fumar y mucho menos frente a personas con problemas respiratorios.
Protegerse de los alérgenos
En esta época del año, los alérgenos como el polen, los ácaros del polvo y los hongos están presentes en el aire. Estos pueden desencadenar síntomas respiratorios como la rinitis alérgica y tos.
Si existen alergias, se recomienda mantener las ventanas cerradas durante las horas de mayor concentración de alérgenos, usar filtros de aire en el hogar y ante la duda, consultar con un neumonólogo.
Realizar actividad física consciente
Si bien el verano es una época del año ideal para realizar actividades físicas al aire libre, es importante tomar precauciones para evitar problemas respiratorios.
Lo ideal, es intentar hacer ejercicio temprano en la mañana o al final de la tarde, cuando las temperaturas son más frescas. Si aparecen dificultades respiratorias o síntomas como falta de aire o tos persistente, se recomienda detenerse, descansar y consultar a un neumólogo.
No abandonar la medicación
Hay que tener presente que, si existe una enfermedad respiratoria y se lleva adelante un tratamiento con algún inhalador, a la hora de planificar vacaciones hay que llevar la medicación habitual y tener las dosis suficientes para los días de disfrute.
El verano es un momento del año ideal para disfrutar de la vida al aire libre en familia, amigos o uno mismo, pero no debemos descuidar nuestra salud respiratoria.
Además, es importante destacar que las enfermedades respiratorias pueden afectar a personas de todas las edades, por lo tanto no hay que subestimar los rangos etarios.
Para finalizar, la Dra. Ana Baez, enfatiza en la importancia de tomar en serio estos consejos, que son simples pero efectivos y ante la aparición de síntomas, siempre acudir a la consulta médica.
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