La hipertensión arterial (HTA), sabemos, sigue siendo el problema de salud mas frecuente que todo médico clínico ve en su práctica diaria, y aun hoy forma parte de los factores de riesgo, junto a la diabetes, tabaquismo y colesterol de las principales causas de muerte, como lo son las enfermedades vasculares. Esto genera mucha inquietud en las personas que la padecen y aun en aquellas que creen tenerla.
Hoy disponemos de un arsenal diagnóstico y terapéutico que ha facilitado el control de esta enfermedad. Sin embargo su uso no es del todo adecuado.
Existen guías nacionales e internacionales que aclaran minuciosamente estos temas, pero un punto que es básico de las mismas y que cada vez se aplica menos: es el TIEMPO que debe dedicar el médico para explicarle a su paciente de qué se trata lo que tiene.
Es muy importante que los pacientes tengan de su médico el máximo de información, ya que es la única forma de calmar la ansiedad que este problema genera, mejorando su correcto manejo diagnóstico y terapéutico.
Algunos ejemplos son los siguientes:
- Nunca se hace diagnóstico con una sola toma; la definición de hipertensión arterial que mejor aclara el tema es la que dice “es un aumento SOSTENIDO de las cifras de presión arterial por encima del valor tolerado para la persona en estudio”. Es decir, se necesitan varias tomas y el valor tomado como normal puede variar según la persona estudiada.
- La cifra de presión puede variar en minutos por múltiples circunstancias, por lo tanto no es un valor fijo; necesita ser tomada en las mejores condiciones posibles y varias veces hasta definir el valor real.
- Es una enfermedad crónica, es decir hará daño, en general a través del tiempo, por lo tanto no hay que apurarse a medicarla.
- No da síntomas; si uno se toma la presión bajo una situación sintomática no estaría en condiciones ideales para definir esa cifra como la real. Qué se hace entonces?: se trata de resolver el síntoma que aqueja a la persona y luego se revalúa la presión del paciente.
- La presión arterial puede ser tomada en cualquier circunstancia, en farmacias, por enfermeros, en domicilios, etc. Pero el diagnóstico y por supuesto la terapéutica la indica el médico en su consultorio.
Estos conceptos básicos, deberían ser trasladados a los pacientes hipertensos y a toda persona que consulta para chequearse, a fin de que la gente no viva angustiada tomándose la presión arterial en circunstancias inadecuadas, a veces hasta “compulsivamente”, y peor aun concurriendo a servicios de urgencias, ocupando recursos y bloqueando la atención de personas con problemas de mayor importancia.
Como conclusion: revaloremos el diálogo entre médico y paciente; es de vital importancia en el manejo de la HTA.
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Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
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