Las aftas recurrentes son una de las patologías más frecuentes de la boca. El Dr. Eduardo Baroni, del Servicio de Dermatología de Grupo Gamma, nos cuenta todo sobre las aftas.
Las aftas afectan del 5 al 20% de la población. Se caracterizan por la presencia de ulceraciones dolorosas y recurrentes de la mucosa oral y su evolución es a través de brotes, con intervalos que varían de días a meses. El término aftas fue utilizado por Hipócrates hace 2400 años y proviene del griego aphtais, que significa quemadura. En aproximadamente el 40% de los casos no se hallan patologías secundarias, se las considera idiopáticas y de origen multifactorial. Se ha descripto alta incidencia en mujeres menores de 40 años, de raza blanca, no fumadoras y de alto nivel socioeconómico. Están limitadas a la cavidad oral, es decir, mucosa yugal, piso de la boca, paladar blando, bordes y cara ventral de la lengua
Se las puede clasificar según su morfología en:
- Aftas menores: ulceraciones menores de 1 cm.
- Aftas mayores: ulceraciones mayores a 1 cm.
- Herpetiformes: ulceraciones menores a 1 o 2 mm.
También, las aftas se pueden clasificar según su severidad en:
- Aftas simples: cuando cursan con menos de 3 brotes anuales.
- Aftas complejas: cuando cursan con más de 3 brotes anuales.
Las aftas simples son las más frecuentes. Son cuadros leves, de corta duración, de resolución espontánea y sin repercusión sistémica.
“Se ha descripto alta incidencia en mujeres menores de 40 años, de raza blanca, no fumadoras y de alto nivel socioeconómico (…)”
Las aftas complejas son más frecuentes observarlas como aftas mayores, por lo cual pueden interferir en el habla y la deglución por el dolor que provocan, o bien producir deformaciones cicatrizales graves de la mucosa oral.
Los factores predisponentes o desencadenantes de las aftas recurrentes pueden ser:
- Alguna alteración de tipo inmunológica.
- Infecciones: actuarían gatillando lo brotes.
- Traumatismos: es una de las causas más frecuentes de aftas recurrentes (mordedura accidental, inyección dental, cerdas duras de cepillos de dientes, ortodoncias, prótesis etc.)
- No fumadores: las personas fumadoras desarrollan aftas con mucha menor frecuencia que las no fumadoras.
- Estrés.
- Factores hormonales: relacionados con el ciclo menstrual (aumento de la progesterona y disminución de los estrógenos).
- Alergias alimentarias: por hipersensibilidad a algunos alimentos.
- Factores genéticos.
Las posibles asociaciones de las Aftas recurrentes con enfermedades, pueden ser:
- Enfermedad inflamatoria intestinal: enfermedad de Crohn, colitis ulcerosa.
- Enfermedad Celíaca.
- Déficit nutricional: Hierro, ácido fólico, cinc, vitamina B 12.
- Neutropenia cíclica.
- Asociadas a VIH (Sida). En estos casos las aftas suelen ser de mayor tamaño, profundas y no responden al tratamiento habitual.
El diagnóstico es predominantemente clínico y es fundamental realizar un adecuado interrogatorio y examen clínico completo (incluyendo estudios complementarios), que permitan su clasificación.
Con respecto a los tratamientos, no hay una terapéutica específica, existiendo múltiples agentes tópicos y sistémicos (anestésicos locales, antisépticos, antibióticos, corticoides, dapsona, talidomida, etc.), que el médico especialista sabrá prescribir en cada caso particular.
Los objetivos primarios del tratamiento estarán destinados a controlar el dolor local, disminuir la duración del brote y acelerar la curación de las lesiones. Para lograr estos objetivos se deberá:
- Identificar y evitar factores predisponentes.
- Disminuir el estrés.
- Eliminar factores traumáticos locales (dientes en mal estado, prótesis mal ajustadas, etc.)
- Mejorar la higiene bucal.
- Eliminar de la dieta alimentos que estén en relación directa con el brote.
- Se aconseja evitar el uso de productos de limpieza dental y pastas que contengan lauril sulfato de sodio (que intervendrían en la aparición de las aftas).
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