Las uñas están formadas por varias capas de queratina (una proteína, que a su vez está formada por aminoácidos). Una de las modificaciones que pueden sufrir las uñas son las alteraciones del color, y dentro de éstas, aparecen las leuconiquias o manchas blancas.

Tradicionalmente se ha atribuido esto al déficit de calcio o zinc en la dieta, pero recientes estudios no han podido confirmar esta hipótesis, y no existe ningún dato objetivo en la literatura científica que apoye esta creencia.

Si bien las causas de las llamadas “uñas blancas” pueden ser variadas, unas de las más frecuentes, son los traumatismos repetidos:

• Teclear con fuerza
• Morderse las cutículas
• Dar golpecitos repetidos con las puntas de los dedos sobre la mesa
• Manicuras demasiadas agresivas
• Uñas debilitadas por el uso de detergentes o sustancias corrosivas

Las manchas blancas serían pequeñas burbujas de aire entre las capas que forman las uñas, de manera que si el dedo sufre algún golpe, se puede producir una pequeña separación entre las capas, generándose una burbuja, que aparece como una mancha blanca. Estas manchas siempre acompañan al crecimiento de las uñas.

Tambíén debemos decir que las Leuconiquias no sólo pueden tener un origen traumático, sino que pueden ser de orígen hereditario, medicamentoso (quimioterápicos) o ser un signo de alguna enfermedad de base dermatológica (por ejemplo enfermedad de Darier, micosis etc.) o sistémica.

Debemos agregar que existen las llamadas leuconiquias aparentes, donde estas manchas blancas no están en las uñas, sino en el lecho ungueal y se observan por transparencia. Consiste en una mancha fija que no progresa con el crecimiento de la uña, y lo más importante es que pueden estar indicando la existencia de otras enfermedades que producen este fenómeno como manifestación secundaria: cirrosis hepática, diabetes, anemias, insuficiencia renal, hipoalbuminemias.

No existe tratamiento efectivo para las manchas blancas causadas por golpes. Se recomienda evitar los traumatismos repetidos sobre las uñas y tener paciencia en cuanto a dejar crecer las mismas (recordar que estas lesiones acompañan su crecimiento).

Si se sospecha alguna enfermedad de base, se indicarán los estudios complementarios correspondientes.