Es un tratamiento no quirúrgico que consiste en la aplicación de una sustancia química sobre la piel, que producirá una exfoliación controlada (eliminación de una parte del cutis más o menos profunda, según el caso) seguida de una regeneración de la piel, renovando la matriz dérmica

El peeling debe ser un tratamiento personalizado para cada paciente, ya que la intensidad del peeling debe estar relacionada con la profundidad de las lesiones.

El peeling químico es una opción terapéutica con excelentes resultados en manos de dermatólogos; son ellos quienes, previo diagnóstico de la patología a tratar, escogerán el tipo de peeling y la sustancia química adecuada, como así también indicarán el tratamiento pre y postpeeling que el paciente realizará en su domicilio.

 

¿Para qué se usa?

  • Fotoenvejecimiento.
  • Discromías: lentigos, efélides, melasma, hiperpigmentación  postinflamatoria.
  • Queratosis actínicas.
  • Queratosis seborreicas delgadas.
  • Verrugas.
  • Cicatrices de acné.
  • Rosácea.
  • Estrías.
  • Foliculitis.

 

Modalidades:

  • Superficiales: la destrucción abarca epidermis hasta dermis papilar.
  • Medios: la exfoliación se extiende hasta dermis reticular alta.
  • Profundos: la exfoliación se extiende hasta la dermis reticular media.

 

Ventajas

  •  Es rápido, simple e indoloro.
  •  No precisa anestesia general ni ingreso en clínica.
  •  Un cutis más luminoso, uniforme, compacto y elástico.