La infiltración consiste en la inyección, intraarticular o en tejidos periarticulares, de drogas con efecto antiinflamatorio y analgésico, como los corticoesteroides y  otros medicamentos, como el ácido hialurónico.

El ácido hialurónico es un constituyente normal del líquido sinovial y actúa en las articulaciones como lubricante y como protector frente a la carga que soporta la articulación. De esta manera, ayuda por ejemplo, en la rodilla a los meniscos y ligamentos a realizar su función

La administración local intraarticular o en tejidos blandos es una de las modalidades terapéuticas de las enfermedades reumáticas, que produce, en general, un gran alivio de la sintomatología, con escasos efectos secundarios, y en muchos casos es el tratamiento de elección  fundamentalmente en los procesos inflamatorios de tejidos blandos.

 

¿Cuándo está indicado?
  • Patología inflamatoria articular o de tejidos blandos
  • Insuficiencia del tratamiento farmacológico y/o de kinesiología
  • Patología del hombro como tendinitis bicipital, bursitis subacromial, tendinitis del supraespinoso,
  • Patología del codo como epicondilitis, epitrocleitis, bursitis olecraneana, síndrome de tunel cubital
  • Patología de muñeca como ganglión, tenosinovitis de De Querevain, síndrome de tunel carpiano, dedo en resorte
  • Bursitis trocanterea
  • Patología de rodilla como bursitis anserina, bursitis patelar, osteoartritis
  • Patología de pie y tobillo como tendinitis aquileana, bursitis calcanea, neurinoma de morton, síndrome de tunel tarsiano, fascitis plantar, espolon calcaneo