La posibilidad de reservar sangre autóloga en la cual el paciente es su propio donante permite “ahorrar” la utilización de sangre alogeneica y en consecuencia disminuir las exposiciones.
Para pacientes que reúnan las condiciones de inclusión al programa de autotransfusión (no estar anémico, sin infecciones, ni enfermedades coronarias ni desordenes sanguíneos) y para aquellos casos que ingresarán a cirugías programadas en las que se prevee una pérdida de sangre intraquirúrgica que podría ser significativa, podrán ofrecerse tres modalidades de autotransfusión:
1- Predepósito: se extrae una a varias unidades de sangre en forma ambulatoria hasta 72 hs previo a la cirugía. Las mismas se reservan para uso intra y posquirúrgico según necesidad. Se realizan estudios serológicos para Infecciones Transmisibles por Transfusión.
2- Hemodilución aguda normovolémica: se extrae una a dos unidades inmediatamente previo a la cirugía con reposición simultánea de líquidos cristaloides o coloides.
3- Recuperación intraquirúrgica de sangre: se recuperan las pérdidas con un procesador celular. Ideal para cirugías en las que se prevé un sangrado muy importante.