La radiografía del tracto gastrointestinal superior es un examen de rayos X del esófago, el estómago y la primera parte del intestino delgado (también conocido como duodeno). Las imágenes se producen usando una forma especial de rayos X llamada fluoroscopía y un medio de contraste de ingesta oral como.
La fluoroscopía posibilita ver los órganos internos en movimiento. Cuando el tracto gastrointestinal se cubre con bario, el radiólogo puede ver y evaluar la anatomía y función del esófago, el estómago y el duodeno.
Un examen de rayos X que evalúa sólo la faringe y el esófago se denomina estudio de ingestión de bario.
En algunas ocasiones, a algunos pacientes se les da otras formas de ingesta oral que por lo general contienen yodo. Estos materiales de contraste alternativos podrían ser usados si un paciente ha tenido recientemente una cirugía del tracto gastrointestinal o si padece de alergias a otros materiales de contraste. El radiólogo determinará que tipo de material de contraste será utilizado.
¿Para qué se utiliza?
Un examen de GI superior ayuda a evaluar la función digestiva y puede detectar:
úlceras
tumores
inflamación del esófago, el estómago y el duodeno
hernias hiatales
cicatrización
obstrucciones
anormalidades de la pared muscular de los tejidos del tracto gastrointestinal.
El procedimiento también se utiliza para ayudar a diagnosticar la causa de síntomas tales como:
dificultad al tragar
dolor torácico y abdominal
reflujo (flujo de retroceso de alimentos parcialmente digeridos y jugos digestivos)
vómitos sin causa
indigestión severa
sangre en heces
Preparación
8 horas de ayuno total de sólidos y líquidos.
Referencia: se opacifica con bario el esófago, el estómago y el duodeno, se inyecta buscapina simple si el mèdico lo cree necesario y se realizan radiografía