La medición se realiza colocando una sonda delgada por la nariz y ubicándola en el esófago, cerca de la unión del esófago con el estómago. Esta sonda va conectada a un pequeño equipo portátil, tipo grabadora, que registra durante un periodo de 24 horas todos los síntomas de reflujo que el paciente experimenta y los cambios en el pH del esófago.

A diferencia de la pH-metría convencional, esta técnica representa una mejora sustancial para el estudio del reflujo gastroesofágico y aporta una información que no podría obtenerse mediante ningún otro procedimiento.

Es la única exploración que permite estudiar, durante un día completo, el tiempo que permanece el reflujo ácido y no ácido en contacto con la mucosa del esófago y su relación con los períodos de sueño, comidas, posición, y su asociación con síntomas relacionados.

En definitiva, es la prueba indicada para evaluar la cantidad y calidad del reflujo ácido y no ácido al esófago distal.

En la enfermedad por reflujo gastroesofágico, este registro es clínicamente útil en los pacientes refractarios al tratamiento con inhibidores de la bomba de protones, y permitirá identificar a un 20-30% más que la pH-metría, conociendo la correlación de los eventos de reflujo con los síntomas.

La impedanciometría reconoce todos los episodios de reflujo y su composición (liquida, gas o mixto) independientemente de su pH. Además, detecta su alcance proximal que nos serviría para el estudio de reflujo con síntomas laríngeo-respiratorios.

Durante el tiempo que dure el examen el paciente debe realizar sus actividades cotidianas como trabajar, hacer ejercicio, dormir, comer (dieta común) y tomar los medicamentos para enfermedades de base (corazón, pulmón, diabetes, etc). En general es un estudio bien tolerado por el paciente que no presenta riesgos ni complicaciones para la salud.

¿En qué casos se debe pedir este estudio?

  • Principalmente para determinar si el reflujo del contenido del estomago al esófago está causando síntomas como acidez, regurgitación, tos o dolor de garganta.
  • Pacientes en tratamiento con inhibidores de la bomba de protones en los que persiste sintomatología, para valorar eficacia de la terapia y el papel del reflujo no ácido en la sintomatología.
  • Evaluación preoperatoria del paciente con reflujo, sabiendo que un estudio patológico predice junto a otros parámetros, un buen resultado en la cirugía antirreflujo.
  • Tos presuntamente relacionada con reflujo o síntomas laringeofaríngeos o respiratorios.

Preparación

  • Ayuno de 4hs.
  • Suspender medicación proquenética digestiva o antidepresivos 48hs. previas al estudio.
  • Suspender Omeprazol o similar, salvo indicación específica del médico de cabecera, 7 a 14 días previos al estudio.