Las cataratas son la nebulosidad o enturbiamiento del cristalino (lente del ojo), semejante a la condensación de agua en una ventana. Cuando el lente se enturbia, los rayos de luz no pueden pasar fácilmente a través del ojo, haciendo que la visión se torne borrosa. Las cataratas son una causa común de pérdida de la visión, especialmente a medida que se envejece, pero pueden ser tratadas.
La catarata es usualmente parte del proceso normal de envejecimiento, también puede ser el resultado de:
La rapidez con que se desarrolla una catarata varía de un individuo a otro, e inclusive puede ser diferente entre los dos ojos de una misma persona. La mayoría de las cataratas causadas por el envejecimiento progresan gradualmente en un período que puede tomar años.
No es posible pronosticar exactamente la rapidez con que se desarrollarán en cada individuo.
El oftalmólogo puede detectar la presencia de cataratas a través de un examen completo de los ojos.
Consiste en la extracción del cristalino opacificado (catarata) y su reemplazo por una lente intraocular. La técnica se llama facoemulsificación y se basa en la fragmentación del cristalino por ultrasonido. Las incisiones son pequeñas, sin puntos. La duración aproximada es de 15 minutos.
La cirugía se indica cuando la disminución de la agudeza visual, provocada por la catarata, interfiere en la vida cotidiana del paciente.
Previo a la cirugía se realizará un estudio para medir la potencia de la lente intraocular que se colocará en reemplazo del cristalino opacificado.