La testosterona es una hormona que se encuentra tanto en hombres como en mujeres, aunque en diferentes niveles. Mientras que es comúnmente conocida como la “hormona masculina”, la testosterona también juega un papel crucial en la salud femenina. Sin embargo, niveles elevados de testosterona en mujeres pueden causar una variedad de síntomas y problemas de salud.

En este artículo, el Dr. Luis Agustín Ramírez Stieben Staff del Servicio de Endocrinología de Grupo Gamma, Doctor en Ciencias Biomédicas y Vicepresidente de la Federación Argentina de Sociedades de Endocrinología (FASEN) detalla las causas, síntomas y tratamientos para esta condición.

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¿Qué es la testosterona?

La testosterona es una hormona androgénica producida, principalmente, por los testículos. En mujeres es producida por los ovarios y también por las glándulas adrenales.

Es una hormona esencial para mantener la masa ósea, la libido y el bienestar general. Sin embargo, cuando los niveles de testosterona son anormalmente altos, pueden surgir problemas de salud.

Causas de niveles elevados de testosterona en mujeres

Una de las causas más comunes de niveles elevados de testosterona en mujeres es el síndrome de ovario poliquístico (SOP).

Este trastorno se caracteriza por irregularidades menstruales, crecimiento excesivo de vello (hirsutismo) y ovarios poliquísticos.

Otra causa es la hiperplasia suprarrenal congénita, un trastorno genético que afecta las glándulas adrenales y resulta en la producción excesiva de hormonas androgénicas, incluyendo la testosterona. Esta condición puede presentarse desde el nacimiento y requiere manejo médico a lo largo de la vida.

En casos raros, los tumores ováricos o adrenales pueden causar niveles elevados de testosterona.

El síndrome de Cushing, caracterizado por niveles elevados de cortisol, también puede resultar en un aumento de la producción de testosterona.

Finalmente, algunos medicamentos, como los esteroides anabólicos, pueden aumentar los niveles de testosterona en mujeres.

Síntomas de niveles elevados de testosterona

Los niveles elevados de testosterona en mujeres pueden manifestarse de diversas formas.

Una de las primeras señales puede ser la irregularidad menstrual, que incluye períodos menstruales irregulares o incluso ausentes.

Otra manifestación común es el hirsutismo, caracterizado por un crecimiento excesivo de vello en la cara, pecho, espalda y otras áreas donde, generalmente, no es común en mujeres.

Además, pueden aparecer problemas de piel como el acné y la piel grasa.

La alopecia androgénica es otro síntoma que puede presentarse, donde se observa una pérdida de cabello en un patrón similar al masculino.

También pueden ocurrir cambios en la voz, como el engrosamiento, y un aumento inusual de la masa muscular sin que haya un ejercicio específico que lo justifique.

Por último, los niveles elevados de testosterona pueden causar problemas de fertilidad, dificultando que la mujer quede embarazada debido a irregularidades ovulatorias.

Diagnóstico

El diagnóstico de niveles elevados de testosterona en mujeres generalmente se realiza mediante varios métodos.

En primer lugar, se realiza un análisis de sangre para medir los niveles de testosterona y otras hormonas, lo que ayuda a identificar cualquier desequilibrio hormonal.

Además, una ecografía ginecológica puede ser utilizada para detectar quistes ováricos, especialmente en casos donde se sospecha la presencia de SOP.

En situaciones donde se necesita una evaluación más detallada, una tomografía o una resonancia magnética pueden ser necesarias para identificar posibles tumores en las glándulas adrenales u ovarios.

Tratamientos

Los tratamientos para niveles elevados de testosterona en mujeres, varian dependiendo de la causa subyacente. Los anticonceptivos pueden ayudar a regular el ciclo menstrual y reducir los niveles de andrógenos.

Además, medicamentos antiandrógenos, como la espironolactona, pueden bloquear los efectos de la testosterona.

En el caso del SOP, la metformina puede utilizarse para mejorar la resistencia a la insulina y reducir los niveles de andrógenos. También, tratamientos cosméticos como el láser o la electrólisis pueden ser útiles para la eliminación del vello no deseado.

En casos raros, la cirugía puede ser necesaria para eliminar tumores que producen testosterona.

Impacto en deportistas femeninas

Los niveles elevados de testosterona pueden tener un impacto significativo en las deportistas femeninas.

La testosterona puede aumentar la masa muscular y la fuerza, lo que en algunos casos puede proporcionar una ventaja competitiva.

Sin embargo, este fenómeno ha llevado a debates y controversias en el ámbito deportivo sobre la equidad y la inclusión.

Es importante destacar que muchas mujeres con niveles elevados de testosterona no han hecho nada para aumentar artificialmente estos niveles; es una característica biológica natural y, en muchos casos, resultado de condiciones médicas como el síndrome de ovario poliquístico o hiperplasia suprarrenal congénita.

Cabe decir que obligar a estas deportistas a someterse a tratamientos para reducir sus niveles hormonales, puede ser visto como una violación de sus derechos humanos.

Cada atleta tiene una constitución biológica única, y tratar de “normalizar” estas variaciones naturales puede ser discriminatorio.

Además, la diversidad biológica es una realidad en el deporte. Así como algunos atletas tienen ventajas naturales en altura, velocidad o resistencia, las variaciones hormonales deben ser aceptadas como parte de esa diversidad.

No se puede considerar una ventaja injusta si es producto de la genética y no de prácticas de dopaje.

El desempeño deportivo no depende únicamente de los niveles de testosterona.

Factores como la dedicación, el entrenamiento, la nutrición y el estado mental juegan un papel crucial.

Focalizarse únicamente en los niveles de testosterona simplifica excesivamente el complejo panorama del rendimiento deportivo.

Conclusiones

Los niveles elevados de testosterona en mujeres pueden causar una serie de síntomas incómodos y afectar la calidad de vida.

Sin embargo, en el contexto deportivo, es importante reconocer que estas variaciones hormonales pueden ser naturales y no deben ser tratadas como dopaje.

Ante la aparición de síntomas, siempre es importante consultar a un profesional de la salud para un diagnóstico adecuado y un plan de tratamiento. 

En Grupo Gamma, estamos comprometidos con la salud y el bienestar de nuestras pacientes y ofrecemos una serie completa de servicios para el diagnóstico y tratamiento de trastornos hormonales.