Las picaduras de escorpiones o alacranes son frecuentes, sobre todo en épocas estivales, aunque afortunadamente la mayoría no representan un problema grave para la salud. Sin embargo, algunos casos representan situaciones de emergencia médica que pueden poner en peligro la vida.
El Dr. Alan Altamirano, Jefe del Servicio de la Guardia General del Hospital Privado de Rosario nos explica cuales son los tipos de alacranes que pueden estar presentes en nuestra región, qué síntomas genera una picadura y porque son tan necesarias las medidas de prevención.
En primer lugar, debemos mencionar que la gravedad de la picadura depende de dos factores: el tipo de alacrán y las características de la persona, siendo más vulnerables los niños y los pacientes adultos con enfermedades cardíacas o respiratorias.
¿Cuáles son los tipos de alacranes, las especies de importancia presentes en nuestro país y región?
- Tityus trivittatus: es la especie más peligrosa. Mide entre 4 y 6 cm de largo, es de color castaño amarillento con tres bandas longitudinales más oscuras en el dorso. Posee cola con aguijón y un apéndice que semeja una púa. Se encuentra preferentemente en ámbitos urbanos y en estrecho contacto con el hombre, dado que habita en galerías subterráneas, sótanos, cañerías, túneles, grietas de paredes y lugares de características parecidas. Prefieren lugares secos y protegidos de la luz y se adaptan muy bien a lugares urbanos. Poseen mayor actividad durante la noche y se alimentan de artrópodos, especialmente cucarachas.
- Bothriurus bonariensis: no representan un riesgo sanitario, aunque su picadura es dolorosa. Miden 6 cm de largo y son de color uniforme. Poseen pinzas engrosadas redondeadas y en su cola tienen un único aguijón. Presentan hábitos nocturnos y a diferencia de Tityus trivittatus, habitan en el peri-domicilio, siendo común verlos en los jardines durante los meses cálidos principalmente.
¿Cuáles son los síntomas y manifestaciones?
Las picaduras de alacrán afectan con mayor frecuencia a las extremidades inferiores. El veneno se une a receptores nerviosos desencadenando su activación y liberación de hormonas y neurotransmisores que pueden generar daño.
Los síntomas iniciales son dolor agudo, punzante y muy intenso en la zona de la picadura, acompañado de hinchazón y enrojecimiento. Además, se puede producir una sensación de hormigueo y en ciertos casos, puede encontrarse “piel de gallina”. En niños es más frecuente la excitación y el temblor generalizado acompañado de llanto o gemidos constantes.
Aproximadamente un 95% de casos se limitan a estas manifestaciones locales, mientras que los restantes evolucionan a manifestaciones sistémicas potencialmente graves por compromiso del sistema nervioso y otros tejidos. Los síntomas son: aumento de la frecuencia cardíaca, dificultad respiratoria, salivación, lagrimeo y temblores. En casos graves pueden presentarse vómitos, diarrea y alteraciones cardíacas. También se han reportado algunas formas fatales que incluyen pancreatitis aguda, falla hepática aguda, insuficiencia renal aguda, edema cerebral, entre otras.
En el caso de picadura por alacrán se debe aplicar hielo en la zona y trasladar inmediatamente a la persona a un efector de salud para su evaluación y atención.
No se debe apretar o perforar el área de la picadura, quemar o aplicar soluciones sobre la misma, ni intentar retirar el veneno con la boca. Si es posible, se debe llevar al animal para su identificación, solo si esta acción no genera demora en la consulta.
En la mayoría de los casos, en los que solamente se presentan manifestaciones locales, es suficiente la observación clínica durante un periodo de aproximadamente 6 (seis) horas y no requieren medidas específicas. Cuando se produce un envenenamiento sistémico (moderado o grave), es necesaria la internación para realizar monitoreo cardiaco continuo y control estricto del medio interno. En estos casos es primordial la pronta atención y aplicación del anti-veneno, ya que la aplicación del mismo antes de transcurridas dos horas desde la picadura se relaciona con un mejor pronóstico.
Medidas de prevención
En todos los casos es necesario extremar las medidas de prevención contra picaduras. Estas deben estar destinadas a evitar el ingreso de alacranes a las viviendas y prevenir accidentes en zonas con presencia de alacranes, incluyendo:
- Revisar y sacudir prendas de vestir y calzados.
- Sacudir la ropa de cama antes de acostarse o acostar un bebe o niño.
- Evitar caminar descalzo.
- Mantener las camas separadas de la pared.
- Tener precaución cuando se examinan cajones o estantes.
- Utilizar rejillas en desagües, cañerías y otras aberturas.
- Colocar burletes o alambre tejido (mosquiteros) en puertas y ventanas.
- Revocar las paredes, reparar grietas en pisos, paredes y techos.
- Mantener limpia y ordenada la vivienda y alrededores. Evitar la acumulación de materiales de construcción, escombros, leña porque suelen ser lugares donde se alojan.
- Mantener el hogar sin cucarachas, ya que son su principal fuente de alimentos.
- Como última alternativa y con asesoramiento especializado, se usará la aplicación de plaguicidas de baja toxicidad por personal entrenado.
Ante cualquier duda, o sospecha de picadura podés consultar con tu profesional de salud de confianza.
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