La Dra. Carla Achilli, Staff del Servicio de Reumatología de Grupo Gamma responde preguntas frecuentes acerca de la artritis reumatoidea, una enfermedad autoinmune que con un diagnóstico a tiempo y un tratamiento adecuado puede mejorar la calidad de vida.

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La artritis reumatoidea es una enfermedad relativamente frecuente, inflamatoria, que afecta generalmente a mujeres jóvenes entre 30 y 40 años, comprometiendo a pequeñas articulaciones, sobre todo manos y pies y en menor frecuencia, grandes articulaciones como la rodilla o los codos. También puede presentarse en hombres y adultos mayores, inclusive en niños. 

Esta patología puede afectar otros órganos distintos a las articulaciones y además puede asociarse a otras enfermedades autoinmunes con relativa frecuencia.

Su causa está dada por un erróneo y acelerado funcionamiento del sistema inmunológico en personas que genéticamente están predispuestas. 

En la actualidad es la causa más común de discapacidad física potencialmente tratable, gracias al gran avance en el uso de distintos medicamentos en las últimas décadas.

Cabe mencionar que existen diversas drogas que el reumatólogo utiliza y son capaces de modificar la actividad y evolución de la enfermedad. Por eso es tan importante el diagnóstico temprano para evitar daños en las articulaciones.

¿Cuáles  son las pautas a considerar para consultar al reumatólogo?

Lo que primero manifiesta el paciente a la hora de la consulta es dolor o tumefacción (hinchazón) en articulaciones de las manos y pies, asociado a rigidez sobre todo por la mañana al despertarse, de duración mayor a 1 hora. Por lo tanto, ante este síntoma característico, es recomendable hacer una consulta profesional.

Artritis y estilo de vida

En los últimos años se ha puesto mucho hincapié en generar hábitos que mejoren el estilo de vida de las personas, lo que se conoce como epigenética. Los pacientes pueden poner en práctica ciertos hábitos para disminuir la predisposición a la activación de distintas enfermedades autoinmunes. 

En el caso de los pacientes con artritis reumatoidea pueden beneficiarse enormemente al llevar un estilo de vida saludable teniendo alineados estos 3 hábitos claves:

1. Realizar ejercicio físico de forma regular puede ayudar a reducir el dolor, la rigidez y la inflamación articular.
2. La alimentación debe ser antiinflamatoria y equilibrada, incorporando la mayor cantidad posible de alimentos de origen vegetal, evitando el consumo de hidratos de carbono y grasas de origen animal, por supuesto supervisada por nutricionistas. 
3. Cuidar de la salud mental es esencial para afrontar los desafíos de esta condición crónica. Recordemos que somos seres bio-psico sociales y de ese equilibrio resulta la homeostasis de nuestro medio interno.

Recordá que siempre es importante realizar la consulta con tu médico de confianza.