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Su tratamiento incluye descartar enfermedades como flebitis o trombosis. La Dra. Griselda Alfonso, Jefa del Servicio de Flebolinfología de Grupo Gamma, nos explica en qué consiste la terapéutica integral.

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Cuando sentimos las piernas cansadas y pesadas, especialmente al fin del día, y además se asocia a edemas o hinchazón de las mismas, debemos pensar que los tejidos debajo de la piel, lo que nosotros llamamos celular subcutáneo, cambian su estructura por acúmulo de líquido (agua), cargada de proteínas. Esto desestructura ese tejido, elongando fibras elásticas y conjuntivas rodeadas de filetes sensitivos que acompañan a las estructuras vasculares (microcirculación), con capilares dilatados y ectásicos.

Todos estos cambios provocan síntomas que aquejan mayoritariamente a las mujeres al finalizar el día

¿Qué hacer frente a estos síntomas?

En primer lugar, evaluar el origen del edema y del dolor si estuviera asociado a la pesadez y el cansancio e iniciar un tratamiento con 8 medidas básicas:

• Realizar Eco Doppler venoso para descartar flebitis o trombosis.
• Evaluar y revisar mediante historia clínica pormenorizada antecedentes de hipertensión, hipotiroidismo y disfunciones hormonales, controlando la medicación en cada uno de los casos.
• Tratamientos específicos kinesiológicos: Drenaje linfático manual o con bota neumática o el novedoso método de Taping que drena en forma constante a lo largo de las 24 horas del día.
• Uso de medias elásticas de compresión moderada (15 a 20 mmhg), especialmente en invierno.

Detrás de un síntoma tan banal y común como las piernas cansadas puede haber una patología de mucha mayor jerarquía.

• Medicación venotónica: Diosmina y Hesperidina que mejoran la permeabilidad capilar disminuyendo el edema y el dolor por acción antiinflamatoria al actuar sobre las prostaglandinas y la histamina.
• Dieta sana depurativa de toxinas y antiedematosa: incluye frutas como la sandía o la piña, además de tomate, apio, limón, alimentos ricos en fibras, ensaladas con hojas verdes, brotes de alfalfa, apio y remolacha
• Evitar el consumo de café, alcohol y cigarrillos.
• Caminatas regulares de una hora sostenida, tres veces por semana o cualquier actividad aeróbica que no sea alto impacto.

Recordar siempre que la consulta con el especialista es de vital importancia, puesto que detrás de un síntoma tan banal como común, puede haber una patología de mucha mayor jerarquía que el paso del tiempo puede agravar, como una flebitis o una trombosis.