El cáncer colorrectal (CCR) es un tumor maligno que se desarrolla en el intestino grueso y que puede prevenirse.
Los avances logrados en los últimos años en el diagnóstico y tratamiento, han mejorado la calidad de vida, pero con poco impacto en la sobrevida a 5 años que oscila entre el 50 – 60%; esto se debe a que el diagnóstico no se realiza precozmente. Cuando aparecen los síntomas, la enfermedad puede estar avanzada localmente o a distancia (metástasis).
Cuando el diagnóstico es precoz, la curación definitiva supera el casi el 90%
Más del 90% de los casos de cáncer colorrectal están precedidos por lesiones premalignas o pólipos, especialmente los llamados adenomas. El pasaje de adenoma a cáncer es muy lento, de años, tiempo suficiente para que puedan resecarse por vía endoscópica en forma temprana.
En frecuencia, el cáncer colorrectal ocupa el segundo lugar en mujeres luego del cáncer de mama y el tercer lugar en hombres luego del cáncer de próstata y de pulmón. Afecta a ambos sexos por igual y aumenta su incidencia en forma notoria a partir de los 50 años.
Un 75% de los casos son esporádicos; un 25% se desarrollan en personas con riesgo aumentado: antecedentes personales de adenomas, cáncer, enfermedad inflamatoria intestinal o antecedentes familiares de pólipos o cáncer.
Cómo prevenir:
1) Prevención Primaria: consiste en cambiar de dieta y mejorar el estilo de vida. Se aconseja dieta baja en grasa y rica en fibras (verduras-hortalizas-frutas) al igual que en leche y productos lácteos. Moderar el consumo de carne. La obesidad se asocia a mayor riesgo de cáncer colorrectal al igual que el consumo de alcohol y tabaco; se recomienda realizar actividad física, evitando el sobrepeso.
2) Prevención secundaria: realizar estudios a personas con mayor probabilidad de desarrollar cáncer colorrectal, ej: personas mayores de 50 años, sin otros antecedentes de riesgo. Se la conoce como población de riesgo medio.
Principales síntomas y signos:
- Cambio del ritmo evacuatorio
- Presencia de sangre o moco en la materia fecal
- Materia fecal oscura o negra
- Dolor abdominal
- Disminución de peso
- Tumor palpable
- Fatiga o cansancio secundario a la anemia
Tipos de estudios a realizar:
- Consultar al médico colproctólogo quién realizará: examen clínico, laboratorio, tacto rectal.
- Test de sangre oculta en materia fecal (SOMF.): estudia la presencia de hemoglobina en las heces. Actualmente se utilizan test inmunológicos que detecta hemoglobina humana y no requiere de dietas especiales.
- Videocolonocscopía: se realiza con sedación, permite detectar pólipos o tumores, realizar biopsias o efectuar la resección de las lesiones más pequeñas y ubicar en que segmento del intestino se encuentran. Cuando no se puede observar todo el colon y recto por estenosis o tumores, se puede realizar la Colonoscopía Virtual, que obtiene imágenes tomográficas sin necesidad de introducir ningún endoscopio. No requiere sedación y no permite tomar biopsias.
En la actualidad, recomendamos la realización de la Videocolonoscopía luego de los 50 años, a la población de riesgo medio.
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