La Dra. Carina Boncompain Staff del Servicio de Dermatología de Grupo Gamma, nos explica en este artículo, como el estilo de vida impacta de manera directa en la salud de nuestra piel y porque es importante considerar en la consulta dermatológica, no sólo las lesiones que vemos en la piel sino ver cómo vive nuestro paciente.

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Dermatología y estilo de vida

La dermatología del estilo de vida, tiene en cuenta como los hábitos diarios de una persona impactan en la salud de la piel.

Este enfoque se basa en 6 pilares: la alimentación, la actividad física, el manejo del estrés, el descanso, las relaciones interpersonales y el evitar el consumo de sustancias tóxicas, como el tabaco.

Relación intestino y piel 

Mantener una dieta rica en vitaminas y minerales, baja en alimentos ultra procesados, harinas refinadas y azúcares es beneficioso para la salud de nuestra microbiota intestinal y por ende para la piel.

El eje intestino piel es la relación bidireccional que existe entre la piel y el intestino, estando principalmente regulada por el microbioma intestinal, que es el conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino.

Alimentos antiinflamatorios

El microbioma juega un rol crucial en la inmunidad y en la regulación de la inflamación. Cuando el equilibrio del microbioma intestinal se afecta, repercute de manera negativa en nuestra piel.

Al consumir una dieta rica en alimentos antiinflamatorios como frutas, verduras y ácidos grasos Omega 3, se puede reducir la inflamación de la piel y la severidad de enfermedades, como por ejemplo el acné. 

Actividad física, manejo del estrés y piel

Las altas exigencias de la vida actual aumentan los niveles de estrés impactando de manera negativa en nuestra salud, por lo que es necesario contar con estrategias para poder manejarlo, como pueden ser la meditación y el yoga. 

La actividad física juega un papel muy importante, por lo tanto es recomendable realizar ejercicio de manera regular. 

Descanso y piel

Nuestros ritmos circadianos están regulados por un reloj biológico interno, que se ve influenciado por la luz y la oscuridad. Este reloj influye en una amplia variedad de procesos biológicos que van desde la liberación de hormonas hasta el ciclo de sueño – vigilia. 

La cronodisrupción ocurre cuando estos ritmos se alteran de manera significativa, ya sea por trabajo nocturno, exposición a la luz artificial en exceso o cambios en los horarios de sueño.

La piel al igual que el resto de nuestro cuerpo, sigue un ritmo circadiano. Durante el día se enfoca en la protección contra los daños ambientales, mientras que por la noche se dedica a la reparación y a la regeneración celular. 

Por lo tanto, no prestarle atención, puede acelerar el envejecimiento, aumentar la inflamación y el estrés oxidativo en la piel, lo que puede desencadenar o empeorar las afecciones cutáneas.

Otro comportamiento, muy característico de estos tiempos, y que afecta tanto a la piel como al descanso, es la exposición constante a la luz azul de las pantallas durante la noche.

Esto puede reducir la producción de melatonina, una hormona muy importante en la regeneración celular. 

Realizar la consulta dermatológica

Numerosas enfermedades cutáneas se ven influenciadas por nuestras rutinas diarias, entre ellas: el acné, la rosácea, la dermatitis atópica, la psoriasis, la hidradenitis supurativa, por mencionar algunas.

Para poder abordarlas es necesario realizar un enfoque integral con profesionales que nos indicarán un tratamiento personalizado, concluye la Dra. Boncompain.