Una de las complicaciones a las que estamos expuestos en verano y sobre todo en aquellos días de mayores temperaturas, es a la denominada “enfermedad por calor”, la cual muchas veces es subestimada y puede traer consecuencias graves. Para conocer más al respecto, el Dr. Alan Altamirano, Jefe del Servicio de la Guardia General del Hospital Privado de Rosario nos explica de qué se trata y cómo actuar en caso de sufrir un golpe de calor.
¿Qué es la “enfermedad por calor”?
Se trata de un espectro de manifestaciones generadas por la incapacidad del cuerpo de mantener la temperatura corporal adecuada, lo que puede generar daño, transitorio o permanente, en nuestros órganos y tejidos.
Puede ir desde un cuadro leve llamado “agotamiento por calor” a un cuadro más grave que es el “golpe de calor”.
¿Cómo se produce?
En condiciones normales, los mecanismos de regulación de la temperatura corporal son muy eficaces. Sin embargo, cuando aumenta la producción de calor corporal (por ejemplo, con el ejercicio físico intenso) o nos exponemos a ambientes muy cálidos y húmedos que dificultan la pérdida del mismo, estos mecanismos pueden fracasar llevando a la temperatura corporal a 40ºC o más, lo que puede provocar daño a los diferentes órganos o tejidos.
¿Quiénes tienen mayor riesgo?
Las personas más expuestas son aquellas en extremos de la vida (bebés y niños, y adultos mayores) debido a que sus mecanismos de regulación de temperatura son menos eficaces.
También tienen mayor riesgo aquellas personas con enfermedades crónicas, sobre todo cardíacas y pulmonares, o que consumen medicamentos que pueden afectar los mecanismos de pérdida de calor (diuréticos, betabloqueantes, antihistamínicos, antidepresivos). Estas personas son las habitualmente afectadas por el “golpe de calor clásico”.
Sin embargo, personas jóvenes sin enfermedades y deportistas también pueden ser propensas al “golpe de calor por ejercicio” cuando realizan actividad física intensa en días y horarios de mayor temperatura, por lo que los cuidados deben ser comunes para toda la población.
¿Cuáles son los síntomas?
Los síntomas del “agotamiento por calor” pueden ser leves y es importante poder identificarlos correctamente para prevenir su progresión.
Pueden incluir palidez de la piel, sensación de calor sofocante, sed intensa y sequedad en la boca, calambres musculares, cansancio o debilidad, dolores de abdomen, inapetencia, náuseas o vómitos, dolores de cabeza y mareos.
En caso de que progresen a un “golpe de calor” se puede constatar una temperatura del cuerpo de 39°C o mayor (medida en la axila), piel roja, caliente y seca, respiración y frecuencia cardíaca acelerada, dolor de cabeza intenso, alteración del estado mental (desorientación, confusión o pérdida de conocimiento) y hasta convulsiones.
¿Cómo actuar ante un golpe de calor?
Ante la sospecha de que una persona está experimentando un “golpe de calor” se debe llamar inmediatamente al Servicio de Emergencias e intentar bajar la temperatura corporal. Para esto es importante trasladarla a un lugar fresco y ventilado, desvestirla y aplicar hielo o agua fría en la zona del cuello y de la ingle. Importante, darle de beber agua sólo si se encuentra consciente. No intentar administrar medicación para bajar la temperatura.
¿Qué medidas podemos realizar para prevenir la “enfermedad por calor”?
- Evitar el consumo de comidas pesadas y con gran cantidad de calorías.
- Evitar el consumo de alcohol, cafeína o alto contenido en azúcar (como gaseosas)
- Consumir abundante cantidad de agua a pesar de no tener sed (al menos 2,5 litros por día)
- Reducir la actividad física en horarios de mayor temperatura y evitar la exposición al sol entre las 10 y 16 horas.
- Permanecer en lugares ventilados y frescos
- Usar ropa holgada, liviana, de algodón y colores claros.
- Consultar a su médico de confianza ante la sospecha de síntomas por más que sean leves, para determinar medidas.
Temas
Alentamos su participación a través de los comentarios en nuestro blog. De todos modos, no podemos brindar una opinión médica de un caso en particular, sin una consulta personal con un profesional que analice al paciente. Si usted tiene preguntas relacionadas con síntomas específicos, le recomendamos solicitar un turno con un especialista.
Dejá tu comentario