La magnetoestimulación, o estimulación magnética transcraneal, es una técnica no invasiva, inocua para el paciente y sin contraindicaciones, que permite modificar las sinapsis y los receptores del cerebro, cambiando la polaridad de las neuronas mediante la inducción de pequeñas corrientes eléctricas sin contacto directo con el cerebro.

Además de aumentar o disminuir, según el caso lo requiera, la excitabilidad neuronal, produce cambios en el metabolismo de algunos neurotransmisores como por ejemplo lo son el troptófano y la serotonina. La resonancia magnética funcional es necesaria pre y post tratamiento para observar y evaluar la acción terapéutica.

Se realiza bajo un número determinado de sesiones de corta estancia y permite al paciente una rápida recuperación, sin internación ni preparación, en forma ambulatoria.

¿Para quién está indicado?

Este tratamiento está indicado para paciente con:

• dolor crónico
• para el acúfeno
• para enfermedades psiquiátricas
• movimientos anormales,
• desarrollo de plasticidad neuronal y neuronas en espejo,
• entre otros.

Ya hace cerca de 20 años que esta técnica es empleada con eficacia en las patologías antes mencionadas, destacando que prácticamente no cuenta con efectos secundarios, solo pueden ser leves dolores de cabeza o mínimas molestias de la piel.

Es necesario aclarar que esta técnica está totalmente contraindicada para pacientes epilépticos.

Un caso práctico

Un paciente con dolor crónico, consulta al neurólogo que le indica TMS. El primer paso es realizar un estudio de resonancia magnética estructural para topografiar probables lesiones morfológicas. A continuación se lleva a cabo la resonancia magnética funcional “en reposo” para elocuanciar áreas que quedan resaltadas, en este caso la memoria para el dolor, en la corteza cerebral, que luego serán estimuladas o inhibidas con la bobina aplicadora del equipo de TMS para contrarrestar el efecto de la fijación nociva de “la memoria del dolor” o de la patología que corresponda.

Estos pasos ocupan aproximadamente 20 minutos de tratamiento por sesiones, siendo en ocasiones necesarias algunas sesiones de complemento.