Se coloca un marco con marcas milimétricas sobre el cráneo del paciente, luego de esto se realiza una tomografía que nos otorga imágenes que se envían a una pc con un software específico, el cual convierte el cráneo en un sistema de coordenadas. El cirujano marca la patología a intervenir y este nos devuelve números, los cuales se extrapolan a este marco previamente colocado y nos da una precisión milimétrica. Con este sistema se realizan: biopsias cerebrales (se introduce aguja a través de un ínfimo agujero en el cráneo), evacuación de quistes y hematomas, drenaje de abscesos, etc.