La mácula es una pequeña área situada en el centro de la retina. La retina es una delicada capa de tejido neurológico que cubre la cara interna del ojo y se conecta al cerebro a través del nervio óptico.

La mácula permite ver los objetos pequeños, leer, coser, realizar tareas de alta precisión y distinguir los colores. Si la mácula está dañada, el centro de la imagen percibida se torna borroso. Su lesión impide la realización de las tareas antes descriptas pero difícilmente se produzca ceguera, ya que el resto de la retina no resulta afectada.

 

Degeneración macular asociada con la edad – DMAE

La DMAE es una enfermedad degenerativa de la zona central de la retina, o mácula, que provoca un deterioro progresivo con pérdida de la visión central.

 

Tipos

• La DMAE seca: es la forma más frecuente y se caracteriza por una evolución lenta y progresiva. Pequeños depósitos se acumulan en la mácula deteriorándola, haciendo que el paciente pierda lentamente visión en la zona central de su campo visual.
• La DMAE húmeda: se caracteriza por el crecimiento de nuevos vasos sanguíneos de paredes muy delgadas, que acaban filtrando fluidos y sangre a la mácula. La pérdida de visión suele ser rápida.

Factores de riesgo:

• Edad avanzada
• Predisposición genética
• Tabaquismo
• Hipertensión arterial
• Alimentación inadecuada

Una prueba sencilla que puede hacerse periódicamente, a partir de los 50 años, es observar líneas rectas como barandas, el marco de una puerta, con un ojo y luego con el otro en forma separada. Si se ven los elementos torcidos hay que acudir enseguida al oftalmólogo.

Su oftalmólogo puede pedirle que observe la rejilla de Amsler, que se parece a un tablero de ajedrez. Le pedirá que se cubra un ojo y que fije la vista en el punto negro situado en el centro de la misma. Mientras usted observa el punto, es posible que note que las líneas rectas parezcan onduladas. De igual manera, le puede parecer que faltan algunas de las líneas. Estas pueden ser señales de la presencia de degeneración macular relacionada con la edad.

 

Si bien el estudio diagnóstico más importante es el examen del fondo de ojo, pueden ser necesarios estudios complementarios como la angiofluoresceinografía. En este examen, se inyecta un colorante especial en el brazo y se toman fotografías cuando el tinte está pasando por los vasos sanguíneos de la retina. Este examen permite identificar el goteo de los vasos sanguíneos y recomendar un tratamiento.

La tomografía de coherencia óptica (OCT) proporciona una imagen transversal de la retina permitiendo evaluar la presencia de edema (acumulación de líquido).

Tratamiento

• La DMAE húmeda se intenta controlar con fármacos inyectados dentro del globo ocular que tienen la función de frenar el crecimiento de los vasos sanguíneos anormales que dañan la mácula. Generalmente se requieren varias aplicaciones.
• Para la DMAE seca no existe aún un tratamiento eficaz, aunque la administración de complejos antioxidantes conseguiría enlentecer  la evolución de la enfermedad.