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Cómo ganar la batalla contra el acné
viernes 07 de diciembre de 2012

Cómo ganar la batalla contra el acné

El acné es una enfermedad multifactorial (intervienen múltiples y variados factores) en donde está involucrada la unidad pilosebácea, y se manifiesta clínicamente por la aparición de comedones, pápulas, pústulas, nódulos, quistes y abscesos que pueden dejar como residuo cicatrices.

Su variantes clínicas van desde formas no inflamatorias, hasta inflamatorias y muy severas que pueden comprometer el estado general.

 

Distintas variantes de acné:
  • Acné Escoriado: áreas inflamadas y excoriadas con costras superficiales por el manoseo de las lesiones, propio de mujeres con un componente neurótico o psicótico. Pueden dejar cicatrices lineales.
  • Acné neonatal: puede presentarse desde el nacimiento hasta los 3 meses de edad, es más frecuente en el varón, son lesiones comedonianas en la frente y mejillas, relacionado probablemente con el ambiente hormonal intrínseco del niño.
  • Acné infantil: comienza entre los 3 y 6 meses de edad en varones, con lesiones inflamatorias o no, que resuelven entre el primer y segundo año de vida, sugiriéndose de causa endócrina. Puede ser un marcador de un cuadro de acné severo en otra etapa de la vida.
  • Acné prepuberal: aparece antes de los 8 años en mujeres y entre los 9 a 10 años en varones; es de origen hormonal. Comienza con comedones abiertos medio-facial.
  • Acné del adulto: aparece en mayores de 25 años, es de carácter leve a moderado, se da en regiones peribucales, mejillas y mandíbulas y puede obedecer a alteraciones hormonales.
  • Acné cosmético: las causales más frecuentes son la aplicación tópica de cosméticos, como cremas ricas en lanolina, vaselina, coaltar, manteca de cacao, azufre, brillantinas, geles, fijadores para el cabello, pigmentos, etc. Generalmente es más frecuente en la mujer y a cualquier edad.
  • Acné mecánico funcional: Por oclusión folicular con formación de pápulas y/o pústulas por la acción irritante por exposición contínua de la región comprometida. Es el caso del uso contínuo de sombreros, vinchas, cascos, soportes de violines, fricción exagerada de prendas de lanas o fibras sintéticas ajustadas, etc.
  • Acné ocupacional:  por manipulación o por contacto inhalatorio de productos que contienen compuestos aromáticos halogenados usados como insecticidas agrícolas, herbicidas fungicidas, etc. Por el contacto con aceites minerales utilizados como lubricantes antioxidantes o refrigerantes derivados del petróleo crudo.
  • Acné inducido por fármacos: Presenta monomorfismo lesional, pápulas eritematosas foliculares y pústulas. Puede acompañarse de prurito y afecta a cualquier edad. Generalmente asienta en sitios que exceden las áreas comprometidas por el acné. Por corticoides tópicos y sistémicos, hormonas, vitaminas, halógenos, antiepilépticos, antibióticos, psicofármacos, tuberculostáticos, etc.



La importancia del tratamiento para el acné:

Para el tratamiento del acné se deben considerar factores como la edad de comienzo, el sexo y las formas clínicas de la enfermedad.

Existen diversos fármacos que se emplearán en forma tópica, sistémica o por ambas vías, como asi también asociaciones de ellos.

Teniendo en cuenta que el acné es una patología que comúnmente comienza en la adolescencia y con frecuencia afecta la cara y que puede dejar secuelas físicas y/o psíquicas con gran implicancia en la autoestima del paciente, un tratamiento efectivo implementado a inicios del proceso de enfermedad podría prevenir los problemas antes mencionados.

Imagen: mipielsana.com

 

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