La enfermedad celíaca (EC) es un trastorno inflamatorio crónico del intestino delgado provocado por la ingestión de gluten o proteínas relacionadas que se encuentran en el trigo, la cebada y el centeno. Es una de las enfermedades más comunes que afectan a los caucásicos (prevalencia de 1: 110 a 1: 500). Sin embargo, existe un alto porcentaje de sub-diagnósticos, ya que una proporción considerable de los pacientes tienen síntomas atípicos. La EC tiene un amplio espectro de manifestaciones gastrointestinales y extra-intestinales. Clásicamente, la aparición de los síntomas se produce en niños (2 a 24 meses), después de la introducción de cereales en la dieta. Se caracteriza por alteraciones en el crecimiento, diarrea y distensión abdominal.

Sin embargo, la EC también se puede desarrollar en adultos y se manifiesta con anemia por deficiencia de hierro, fatiga, pérdida de peso y diarrea. Las manifestaciones extra-intestinales incluyen osteoporosis, infertilidad, síndromes neurológicos y síndromes psiquiátricos.

La ECD es una enfermedad adquirida causada por interacciones entre factores genéticos y ambientales. Ciertas moléculas HLA (principalmente, HLA-DQ2 y -DQ8) se han identificado como factores de riesgo que confieren predisposición a la enfermedad. La alta prevalencia (≈ 10%) entre los familiares de primer grado de pacientes con EC, indica una fuerte influencia genética en la susceptibilidad a desarrollar esta enfermedad. Por ejemplo, los individuos homocigotos DR3-DQ2 o heterocigotos DR3-DQ2/DR7-DQ2 tienen mayor riesgo para desarrollar EC. Por otro lado, a diferencia de los marcadores serológicos que son estrictamente dependiente de la exposición alimentaria al gluten, los alelos HLA son siempre detectables incluso durante los intervalos libres de síntomas de la enfermedad.

VER NOTA: https://www.grupogamma.com/2016/08/intolerancia-alimentaria-factores-hereditarios/

 


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